Un regalo de Primera para una afición de Primera



Frenético partido matinal en el Estadio de Gran Canaria que corona a la Unión Deportiva Las Palmas como candidato real a la segunda plaza que ostenta el Deportivo de la Coruña, sólo tres puntos por encima del conjunto amarillo. La gran entrada al Estadio tuvo respuesta por parte del equipo sobre el césped que regaló una victoria de Primera a sus aficionados. 

La afición de la Unión Deportiva respondió a la llamada / Samuel Sánchez (udlaspalmas.net)
La afición de la Unión Deportiva respondió a la llamada / Samuel Sánchez (udlaspalmas.net)

El partido ante el Sporting de Gijón era una final. Lo sabían los aficionados y lo sabían los futbolistas que saltaron al verde del recinto de Siete Palmas. Y ambas partes respondieron. Los incondicionales de la Unión Deportiva se congregaron en el Estadio de Gran Canaria, registrando la mejor asistencia de público de la temporada, y dando un colorido especial a una gradería habitualmente gris. Las iniciativas que habían ido surgiendo a lo largo de la semana se produjeron finalmente antes y durante el encuentro, y la grada pudo mostrar su mejor cara.

En el campo, el equipo también respondió. La intensidad inicial del Sporting fue contrarrestada por parte del equipo de Sergio Lobera a base de un dominio del esférico que se sucedió durante los primeros quince minutos de partido. No obstante, el conjunto asturiano fue el que llevó más peligro a la portería rival. Tras el disparo al larguero de Lekic en el minuto cinco, los de Sandoval crecieron y ganaron peso en el encuentro acosando la meta de Mariano Barbosa en varias ocasiones. La acción más clara fue un remate de Sergio Álvarez que no acertó a rematar entre los tres palos.


La parroquia local, consciente del mal momento que atravesaba el equipo en esos momentos, alentó desde las alturas a los futbolistas que respondieron en los instantes finales de la primera parte demostrando una actitud intachable, ahogando la salida de balón del rival y tratando de adelantarse antes del descanso. Pero no pudo ser y el partido, que ya era bastante bueno, se fue al intermedio sin goles.

Tras la reanudación llegó la primera alegría. Javi Castellano se vistió de playmaker para asistir a Carlos Aranda que remató cruzado al segundo palo. El guardameta Cuéllar logró tocar el balón pero no pudo evitar que éste superara la línea de portería para delirio del público local.

A partir de entonces, tocó sufrir los continuos contragolpes del Sporting que supo leer la defensa adelantada de la Unión Deportiva y aprovechó los huecos existentes a la espalda de los centrales. Scepovic y Lekic se movieron de maravilla en esas circunstancias y tras varias ocasiones erradas, fueron capaces de poner la igualada en el marcador.

Una vez más, cuando el equipo más estaba sufriendo y tras el golpe encajado, la grada reaccionó y los jugadores parecieron contagiarse de su ímpetu. Masoud cayó en el área, el colegiado pitó penalti y Momo no falló. Tocó sufrir hasta el pitido final, momento en el que llegó la fiesta al Gran Canaria cuando el público estalló en júbilo. Las Palmas supera a un rival directo y se coloca en la tercera plaza, a tres puntos de la segunda que marca el ascenso directo. Una victoria para soñar con Primera.