Lobera interpretó el escenario y Héctor cambió el partido



La entrada al terreno de juego de pequeño de los Figueroa cambió el guion del encuentro y provocó una evidente mejora que permitió la remontada del conjunto amarillo. Su gol, a los tres minutos de ingresar al terreno de juego, resulto ser la mejor prueba para demostrar que el equipo juega mejor con un ariete nato.

Héctor Figueroa cambió el partido / Samuel Sánchez (udlaspalmas.net)
Héctor Figueroa cambió el partido / Samuel Sánchez (udlaspalmas.net)

Era tan evidente que la Unión Deportiva necesitaba un delantero rematador en el área que todo lo que no fuese una sustitución al descanso que implicase la entrada de un jugador de este perfil, habría sido descabellado. Lobera supo entender que su planteamiento inicial con Asdrúbal como referencia no había dado los frutos esperados y dio la oportunidad a Héctor Figueroa de disputar los cuarenta y cinco minutos finales del choque. Una decisión determinante para que Las Palmas lograse la remontada.

Determinante porque Asdrúbal estaba perdido sobre el césped durante el primer tiempo. El tempranero gol del Hércules puso cuesta arriba el partido para la UD desde el inicio y la reacción de la escuadra local tardó en llegar, pero lo hizo. Sin embargo, en ninguna de las ocasiones que generó el equipo insular había un rematador en el área que ejecutase. Los  continuos centros laterales que mandaba Xabi Castillo desde el carril zurdo morían en el área al entrar en contacto con un hombre que empujase el cuero hacia las redes. Asdrúbal se movió, se desmarcó y quiso participar en el juego en vista de que en el apartado físico se veía muy inferior a los centrales del equipo alicantino. A pesar de ello, de su empeño y esfuerzo, no fue capaz de hacer lo que se pide a todo delantero: anotar goles. Y tuvo hasta dos ocasiones para lograrlo, pero sus remates acabaron en las manos de Aulestia.


Entonces Lobera movió ficha. Fue en el descanso cuando decidió que la participación de Juan Carlos Valerón en el choque había concluido y dio entrada a Héctor Figueroa, un hombre que huele sangre cada vez que pisa área y que no duda en fusilar en cuanto tiene una ocasión. Y así fue. La primera que tuvo, para dentro.

No obstante, su importancia no concluye ahí. Más allá del tanto en el que sólo tuvo que empujar un servicio de un compañero, el pequeño de los Figueroa realizó un trabajo impagable parra el colectivo. Fijó a los centrales rivales dando así opción a los hombres de segunda línea de incorporarse hacia las inmediaciones del área, descolgó balones aéreos y desahogó el juego del equipo. Incluso en los minutos finales fue capaz de pelear un balón que parecía perdido y, a base de esa lucha, provocar la segunda cartulina amarilla de Escassi. Su hermano Momo se encargó de culminar la remontada transformando un penalti cometido sobre Xabi Castillo, redondeando así su monumental partido.

La familia Figueroa está de enhorabuena. Sus dos representantes en la plantilla de la Unión Deportiva viven su mejor momento de la temporada y empiezan a ser decisivos en la trayectoria del equipo. Hoy Momo dio una exhibición pero quien de verdad cambió el partido fue su hermano Héctor.