Araujo y la reconquista del gol

Araujo pelea un balón aéreo / Jose Carlos Leon Ercilla - El9.cat

Uno de los grandes tópicos del futbol dicta que los delanteros viven de las rachas. Y más allá de lo manido que están las frases repetidas en el balompié, hay algunas, como esta, que tienen una gran carga de verdad. Ejemplo de ello es la relación de Araujo con el gol desde hace más de un mes. Lo que comenzó como un amor adolescente se ha convertido en un matrimonio al borde del divorcio.

Desde hace semanas el gol le ha pedido un tiempo de reflexión a Sergio Araujo. Su último escarceo amoroso fue hace más de un mes. El 25 de octubre ante la Ponferradina, Araujo hizo su noveno y último gol. Un golpeo exquisito desde fuera del área. Desde entonces van ya 536 minutos sin saber lo que es convertir un gol.

Antes de este bache el idilio con el gol había ido sobre ruedas. Desde la pretemporada ‘El Chino’ brilló. Sus dianas, movimientos y juego desvelaron en la grada el sentimiento de que esta vez la UD no se había equivocado de delantero. Con el comienzo de la competición, más de lo mismo. Su estreno goleador pasó a la historia del equipo amarillo: siete tantos en las cinco primeras jornadas. Nadie había conseguido algo similar con la UD en Segunda División en toda su existencia.

Sus goles no pasaban desapercibidos. El descomunal nivel que mostraba, precipitó que la entidad de Pío XII confirmara a través de su presidente, Miguel Ángel Ramírez, que ejecutaría la cláusula de su contrato que convertirá a Araujo en propiedad de la UD por 2,5 millones de euros. Ramírez aseguró que contaba con la palabra del argentino para seguir cinco campañas más como amarillo.

Pero Araujo no es sólo goles. El argentino también ha mostrado que sabe hacer más cosas. Su último registro: el de asistir. En estas jornadas de enfado con el gol, el ‘10’ amarillo ha colocado tres asistencias. La primera a Guzmán ante el Girona. La segunda a Vicente, previo robo de balón, para remontar en Pucela frente al Valladolid. La última a Asdrúbal Padrón el fin de semana pasado para que el de Guanarteme se fabricara un gol que valía otros tres puntos.

La responsabilidad que recae sobre el argentino en el gol es enorme. La falta de otro referente en el ataque en el banquillo pesa. Pero por encima de todo, Araujo siempre está. Pelea, lucha, templa, ataca y defiende. Ahora le queda reconquistar al gol. Este sábado lo intentó de nuevo, pero el palo le negó el privilegio de volver a sentir lo que es lograr un tanto. Se siente cerca.

 











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