CONTRACRÓNICA | Las buenas sensaciones que dejó la sociedad formada por Sergio Araujo y Alfredo Ortuño durante los primeros veinte minutos del partido de la anterior jornada en Soria no fueron un espejismo. Así lo demostraron este sábado ante la Ponferradina en un partido en el que los dos anotaron y dejaron varios detalles de complicidad y entendimiento que resultaron determinantes en el triunfo de los amarillos.
En el segundo partido consecutivo en el que compartían titularidad en la Unión Deportiva Las Palmas ya se ha comenzado a vislumbrar lo que son capaces de hacer ambos cuando coinciden sobre el terreno de juego. El argentino y el murciano hablan el mismo idioma y sus movimientos sobre el césped son complementarios para que, tanto uno como el otro, se aprovechen de manera mutua.
Si en la derrota ante el Numancia el plan de Herrera fue situarlos juntos en la delantera, en esta ocasión decidió alinear una línea de tres atacantes en la que Araujo cayó a banda izquierda, mientras que Nauzet entraba como nuevo socio por la derecha. Entre ellos, por el medio y peleándose con los dos centrales, un gigante tan capaz de bajar balones del cielo como de dominar el esférico entre sus piernas. Alfredo Ortuño cuajó un partido absolutamente redondo ante el equipo de Jose Manuel Díaz y desquició a la pareja de zagueros rival durante los noventa minutos.
Sin embargo, el de Yecla no sólo se encargó de fijar a Gaztañaga y Baró. Su incidencia en el juego fue mucho más allá. Se movió por todo el frente ofensivo, intercambió su posición continuamente con Araujo y supo interpretar perfectamente cuando le tocaba asistir y cuando era él quien tenía que llegar al remate. El premio, en forma de gol, a su gran trabajo le tardó en llegar pero finalmente acabó produciéndose en el momento justo para sentenciar el partido.
Antes de eso, Sergio Araujo se había encargado de recuperar su sonrisa. Tras diez jornadas de sequía goleadora, la estrella de la Unión Deportiva Las Palmas volvió a ver puerta para ahuyentar todos los males que le habían atormentado durante este periodo en el que pareció ser un jugador completamente distinto a aquel que había enamorado al Gran Canaria. El primero de sus tantos llegó tras un fallo defensivo de la Ponferradina que supo aprovechar driblando al portero y rematando a placer. En cambio, el segundo de sus tantos fue mucho más reconocible con un disparo cruzado en el que se aprovechó del buen servicio de Ortuño.
Además, el Chino fue también protagonista en el gol de Nauzet dando una asistencia e iniciando la jugada con un gran regate dentro del área sobre Gaztañaga. Un regate que repitió en el segundo tiempo sobre el mismo futbolista provocando su sanción y demostrando que cuando tiene confianza es un futbolista diferencial.
Tras el partido, en la rueda de prensa ofrecida por Paco Herrera, el entrenador valoró que el trabajo que realiza Ortuño es beneficioso para Araujo ya que le libera del marcaje de los defensores al tiempo que reconoció las buenas prestaciones del delantero incorporado en el mercado invernal y agradeció el reencuentro con el gol del argentino. La sociedad que forman juntos funciona y lo más importante es que ya da resultados para la Unión Deportiva.
