Las Palmas recupera su idiosincrasia

Araujo y Culio, en el partido ante el Girona / Toño Suárez (udlaspalmas.net)


CONTRACRÓNICA | Nada que ver la Unión Deportiva Las Palmas que ganó la final de este domingo ante el Girona con el equipo que claudicó hace una semana ante el Albacete. La intensidad desde el minuto uno, la presión alta y la precisión en los metros finales que desarrolló el equipo de Herrera en esta batalla a muerte por el ascenso contrasta enormemente con la imagen del Carlos Belmonte y permite a los amarillos regresar a puestos de ascenso directo.

Mismos jugadores pero distinta manera de encarar el partido. Esta vez sí, la Unión Deportiva planteó el enfrentamiento ante el cuadro catalán como lo que realmente era: una auténtica final en la que vencer significaba volver a creer en el ascenso mientras que una derrota implicaba decir prácticamente adiós a toda opción de quedar clasificado en uno de las dos primeras posiciones de la tabla.

Y es que en el Estadio de Gran Canaria se ve a una escuadra distinta a la que participa lejos de la isla. En casa, Las Palmas da una imagen totalmente distinta y se muestra como un equipo voraz y con hambre de victoria. Así fue desde el comienzo del choque de este domingo en el que, ya en el primer minuto, se pudo ver cómo la intensidad era otra, cómo la línea de medios volvía a estar escalonada y no en paralelo, provocando así que tanto Hernán como Culio pudiesen presionar a los centrocampistas rivales mucho más arriba de lo que lo hicieron en la jornada anterior.


Esa actitud de querer juntar hombres más arriba invitaba a ver nuevamente a David Simón pisando campo contrario y así se produjo el primer tanto del partido. Con el lateral diestro grancanario desatado en terreno rival las opciones en ataque crecen y una de sus apariciones se convirtió en el prólogo del gol de Araujo.

Indudablemente, también hay que tener en cuenta cuál es la idea del contrincante para poder analizar en su totalidad el papel del cuadro de Herrera. El Girona, fiel a su idea, mantuvo su sistema de juego con tres centrales y dos carrileros largos y la Unión Deportiva interpretó muy bien los huecos que se producían a la espalda de estos hombres de banda generando superioridad por los flancos con Araujo y Nauzet muy abiertos.

Le costó al equipo amarillo cerrar el encuentro. Primero, porque el Girona no renunciaba a buscar el empate y también porque a pesar de tener más presencia en cancha contraria que otros días, las ocasiones de gol no eran asiduas. No obstante, el déficit en la generación de oportunidades se compensó con la efectividad de los delanteros para aprovechar esas pocas de las que dispusieron. Ortuño no quiso ser menos que su compañero de celebraciones y marcó ante su antiguo club para poner el broche a otra gran actuación individual por su parte.

De este modo, la Unión Deportiva Las Palmas regresa a los puestos de promoción directa a la Primera División y , además, recupera también sensaciones de equipo grande, de un conjunto que quiere ascender a la máxima categoría y que juega para ello. Hoy se recuperaron las señas de identidad de la gran primera vuelta de campeonato.