OPINIÓN | Por fin llegó, hubo de esperar más de 13 años para que gozáramos del sabor del triunfo. Y ahora lo hacemos en la mejor liga de mundo, se consigue ganando a uno de los equipos más laureados en los últimos años como es el Sevilla CF. La victoria del equipo de Paco Herrera ante los hispalenses, no solo supone sumar tres puntos (necesarios) sino romper con esa barera psicológica que muchas veces atenaza a los deportistas.
Una victoria que se produce cuando tocaba una de las semanas más complicadas del calendario y tras sufrir una derrota ante un Rayo Vallecano, y lo que no es menor, visitar la cancha del «supercampeón» de la pasada temporada, el FC Barcelona que llega herido tras una dolorosa derrota en Balaidos ante el Celta de Vigo que le impuso un correctivo de 4-1.
Y la duda que se me plantea es que UD veremos este sábado, si como hizo el Celta, dejará sus complejos en el vestuario, o por contra asumirá un rol defensivo, a diferencia con lo que hemos visto en estas cinc primeras jornadas ligueras. Ir al Camp Nou siempre impone, pero como bien señaló el central amarillo, Antolín Alcaraz «los jugadores esperamos que lleguen partidos como este».
Junto con el Real Madrid, toca enfrentarse con una máquina de hacer fútbol y goles, ante alguno de los mejores jugadores del mundo (Mesi, Neymar, Suárez, Iniesta…). Una vez más, un David vestido de amarillo, te toca enfrentarse a un Goliat, que a diferencia de la fábula, no se le vence con una honda… Hay que ser fieles a nuestros principios, creer que se puede y darlo todo al 100%… te tiene que salir todo y espera que ellos no tenga su día, porque como ha quedado demostrado, su calidad colectiva es envidiable, pero su calidad individual, es endiablada.
Hasta el momento, nuestros enfrentamientos con equipos Champions, ha dejado una imagen de la UD Las Palmas extraordinaria. En el Calderón ante el Atlético de Madrid se presentaron una credenciales que salvo ante el Rayo han sido seña de identidad y que tuvieron en el miércoles un premio a la creencia y a la fe en ellos mismos.
El camino es largo, lleno de vicisitudes y en el que los modestos compiten en inferioridad. Pero el fútbol y el deporte es tan grande que nos brinda sorpresas y alegrías cuando menos te lo esperas.
Ya hay algunos apostando cuantos goles va a encajar la UD con el Barsa… yo miraré al final del partido los ojos de los jugadores para saber si como nuestros luchadores, lo han entregado todo en el terreno de juego, porque solo eso marcará una senda que nos pueda llevar al lugar y sitio que todos queremos. No disfrutar de un espejismo de una año, sino gozar del mejor fútbol del mundo durante mucho tiempo.
Para terminar les confieso una cosa. Anche me fui a ver una luchada a Gáldar, y el espectáculo duró mucho menos de lo que todos esperábamos, y fue porque se cumplió el dicho que el «el chico ganó, el grande perdió» que reza el himno de a Lucha Canaria y que cada vez es más complicado ver. Pues cuando veía que un joven luchador, con ímpetu, fe, garra y maña daba en tierra con el puntal del otro equipo, pensaba, porqué eso no lo veremos mañana en Barcelona… sueños, sueños son, pero el que no quiera soñar, que se baje en la próxima…
Por Norberto González
Periodista de Radio Nacional España