Un castigo merecido que obliga a la reflexión



CONTRACRÓNICA | Encajar dos goles en los diez primeros minutos de partido suele ser un buen preludio para saber que aquello va a suceder en adelante y hasta el final no va a ser nada sencillo. La Unión Deportiva Las Palmas salió al terreno de juego del Coliseum con la legaña de la siesta aún en sus ojos y pagó caro su apatía con dos zarpazos que el Getafe asestó sin miramientos.

Ambas acciones se iniciaron por la izquierda y se resolvieron por la derecha y en sendas ocasiones hubo una tremenda pasividad por parte de la retaguardia canaria que dio todo tipo de facilidades para que Víctor Rodríguez, primero, y Sarabia, posteriormente, rematasen a placer. Tras eso el partido ya se convirtió en un querer y no poder de la Unión Deportiva ante un Getafe replegado ordenadamente. El equipo azulón no sufría en absoluto ya que aquellos jugadores vestidos de rosa que tenían enfrente carecían de recursos para importunarles. Así, viendo el balón rodar sin sentido dañino, el conjunto de Escribá se marchaba a los vestuarios en el intermedio con una ventaja de dos goles en el marcador habiendo realizado la ley del mínimo esfuerzo.

La UD salió goleada de Getafe / Foto: LFP.
La UD salió goleada de Getafe / Foto: LFP.

Como hermanas de la caridad en defensa y sin atisbo de querer generar peligro en ataque. Ese era el modo en el que se mostraba el equipo de Paco Herrera ante un rival directo en la lucha por la permanencia. Con Wakaso y Culio en el centro del campo – una pareja atípica con la que es difícil proponer algo – y Roque en medio de un abismo que separa a los defensas de los atacantes.


Tal era el espacio y la incapacidad de crear juego que tanto Jonathan Viera como Sergio Araujo hicieron eso que acostumbran en las últimas fechas: bajar a por la pelota para intentar llevarla hacia arriba. Eso soluciona una de las variables de la ecuación pero también genera otra incógnita. Si los que deben rematar son quienes organizan, para rematar no queda nadie. Y así era cada vez que llegaba un centro al área rival. El balón se paseaba hasta llegar un jugador del Getafe y con el jugador de la UD más cercano a unos cinco metros.

Las soluciones del banquillo tampoco mejoraron lo avistado. Willian José puso más actividad de lo que resulta normal en él pero con eso no es suficiente, mientras que El Zhar apenas tocó bola. Valerón, con veinte minutos por delante, en inferioridad y en un campo encharcado, apenas fue él mismo.

Entonces, la pasividad defensiva regresó y Scepovic que es un asesino de esto no falló. Tocó dos balones en el área y marcó dos goles para terminar de ajusticiar a los grancanarios. Remató las dos veces sin oposición aparente y con tranquilidad para poder elegir por dónde batir a Javi Varas, vendido en los cuatro tantos. Castigo merecido.

En descenso, dando una imagen vergonzosa y perdiendo el gol average ante el que puede ser un rival directo. Así está el panorama para la Unión Deportiva Las Palmas que debe enfrentarse a Villarreal y Real Madrid en las dos próximas jornadas. Pintan bastos y jornadas de reflexión en Pío XII