CONTRACRÓNICA | Pocos futbolistas de Primera División son tan determinantes para sus respectivos equipos como lo es Jonathan Viera para la Unión Deportiva Las Palmas. No estuvo ante el Espanyol por un castigo disciplinario del entrenador y el equipo cayó derrotado notando enormemente su ausencia. Ante el Granada, regresó al once y fue protagonista con dos asistencias y un gol para que Las Palmas acabe el año fuera de puestos de descenso.
No juega en su demarcación natural, pues la irrupción de Tana desde la llegada de Quique Setién le hizo desplazarse hasta el perfil izquierdo. No obstante, Viera podrá jugar en cualquier parte de la línea de tres cuartos que siempre será desequilibrante. Lo lleva siendo a lo largo de toda la temporada como mejor jugador del equipo y lo volvió a demostrar ante el conjunto nazarí en una importante victoria para el combinado amarillo, que hasta ahora no había vencido a ningún rival directo.
Jonathan participa en el juego de combinación cuando es necesario y es decisivo cuando toca mirar hacia portería rival. El primer gol del partido es una clara muestra de ello: recepción en la izquierda, mirada hacia portería y acción vertical hacia la meta. Así nació la pared con Tana que acabó en gol del canterano de San Cristóbal que daba ventaja a los de Quique Setién en el choque antes del descanso.
Curiosamente también fue suya la asistencia del segundo tanto al inicio de la segunda mitad. Recibió el cuero de Vicente por alto y se la regaló a Sergio Araujo dentro del área para que definiese ante Andrés Fernández. Dos goles de la Unión Deportiva con dos asistencias del genio de La Feria, ese futbolista diferente que da sentido y, sobre todo, ritmo vertical al estilo de juego que propone el entrenador cántabro. La guinda a su gran partido fue el tanto que anotó desde los once metros transformando la pena máxima cometida sobre Wakaso.
Volvió Jonathan Viera y regresó la mejor versión de Las Palmas. No es coincidencia. El dorsal 20 de la escuadra canaria es un futbolista fundamental para desarbolar las defensas rivales en la máxima categoría y contar con un arma como esa es un privilegio que un equipo inmerso en la pelea por el descenso no puede desperdiciar. Así como él habrá tomado nota de su indisciplina seguro que Setién también tendrá en cuenta su influencia en el juego. Un elemento diferencial.