OPINIÓN | 2015 fue el año del vaya hostia. Del a ver quién se levanta ahora. Del renacer desde las cenizas. Del cuánto queda para ascender. De las calculadoras. El Sporting terminará pinchando. Del ya pinchará, son jóvenes y les podrá la presión. De, ¿aguantaremos nosotros la presión? El año de las dudas infinitas.
Es el batacazo de Leganés. Y el tren que te espera para llevarte al mismo camino. Somos como burros, preferimos más caminar que ir por la vía y motorizados. 2015 fue el año del, el Araujo éste es una máquina, ¿no? Y del caramelo en la puerta del colegio. Y del no quieren ascender. No les interesa.
También fue el año de las conspiraciones. De los arbitrajes sibilinos, o no, quién sabe. Del Club Bilderberg de la sidrina. De ver fantasmas en todas las esquinas. De favorecer al Betis, porque claro, es el Betis. Del Valladolid como una guerra santa. Más o menos. De la liberación de la administración concursal. Del gracias Cobo Plana.
Fue el año del, madre mía, que salen más que Pepe Fiestas en sus mejores épocas. No les interesa subir. De las tertulias de bar. Con café o copa. De las cuentas de la lechera. De otra vez play-off. Va con cursiva pero debería ir con espinas. Del me da un infarto. Del si este año no, sí que no.
2015 fue el año del rondito en el minuto 94 en Valladolid con dos jugadores más. Del penalti a Asdrúbal y el balón que terminó en Las Canteras. Del estamos jugando con fuego. De Aythami imponiéndose en el cielo a Tulio De Melo. Que debía ser como Gasol. Del nos la jugamos contra el Girona. Del vamos al Celler de Can Roca a celebrarlo si (palabra censurada). No la digas ni en broma.
Del, ¿me estás tomando el pelo que el Zaragoza ha remontado? Que Willian José es Van Basten. Que ojo que el Córdoba también entró a última hora y míralos. Del nos vamos a La Romareda. Y lo que tenga que ser, será. Y la vuelta en el Gran Canaria. El Cordobazo en la retina. Y el tembleque en las piernas.
2015 fue el día de los brazos caídos. De los maños celebrando el ascenso. Fue el día del recibimiento en Gando. Del sí se puede. El domingo nos vemos en la guagua. Y del grito posterior de fe, más que de convicción. Había que creer, como Herrera. Pues vamos a creer. #Remontamos o no, carajo.
Dos goles no son nada. Si te meten uno, estás fuera. En defensa son una banda. 90 minutos defendiendo en el Gran Canaria son molto longo. En cualquier acción te mandan a casa. Y de esa no te recuperas. Creamos. Confía en Viera. Y pobre del que quiera robarnos la ilusión…
La tierra de Gran Canaria te vio nacer… Es Roque y su seriedad con el primero. No había nada hecho. Es Araujo y la locura. 2015 es una parábola imposible. Nos decían que había que creer, pero no en los polvos de hadas. Son diez minutos interminables. Es una falta calcada al-fatídico-día. No, no, no, no, no, nooooo. Y el sí, sí, sí, sí, Las Palmas ya está aquí. Volvemos a Primera. Y las lágrimas, por fin, de alegría.
2015 fue el año del crecimiento personal de más de uno. De combatir los miedos, las histerias y los dramas. Del creer porque no queda otra. O porque sí, seamos optimistas. Del soñar porque juntos las cosas se logran. El año que nos hicimos expertos en coaching y control emocional. El año que nos quitamos la espinita. Y de lo bonito que es la vida con la Unión Deportiva. A por el 2016.

Twitter: @mhernandez
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