OPINIÓN | «Esto no se puede permitir». Las palabras son de Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas, el 16 de agosto de 2010. Aquel día la Unión Deportiva era noticia por un hecho extradeportivo. Tyronne, Vitolo y Viera llegaban al hotel tras un torneo de pretemporada en Lanzarote dando una imagen indigna. Hubo consecuencias.
Las jóvenes promesas dieron la cara, aceptaron la sanción y mostraron su arrepentimiento en una comparecencia pública. La de aquella noche de agosto hace seis años no tiene ni punto de comparación con lo sucedido el pasado sábado en una reconocida discoteca de la capital grancanaria. Nauzet Alemán fue agredido —un vaso le alcanzó en la cabeza tras una discusión con algunos seguidores— y Sergio Araujo llegó «indispuesto» al entrenamiento del domingo. Todo ello tras una noche surrealista y que tendrá repercusión.
Este asunto le estalla en las manos al club, en ocasiones demasiado permisivo y consentidor con este tipo de actos de indisciplina. Se entiende que personas adultas y responsables actuarán acorde a lo que representan, se divertirán y descansarán las horas necesarias como profesionales para entrenar el día siguiente. En ocasiones dar semejante libertad a ciertos jugadores es un acto de fe. Ofrecerles la misma confianza una y otra vez, sabiendo que son reincidentes, un acto asombroso de ingenuidad.
Aquella representación de disculpas públicas de Tyronne, Vitolo y Viera debe servir de ejemplo para esta situación. Son unos hechos morbosos, que serán repetidos en telediarios y prensa nacional, y requieren luz y taquígrafos. Unos actos que perjudican la imagen del club amarillo y que exigen una proporcionalidad adecuada. Para empezar, no estaría mal que siguieran el ejemplo de aquellos jóvenes en 2010 que salieron y dieron la cara en público, en un alarde de transparencia, honestidad y arrepentimiento. Sus compañeros, directivos, entrenadores y la afición merecen explicaciones de los principales implicados. Como aquel día, esto tampoco se puede permitir. Ahora, a buscar soluciones para que la permanencia no sea una quimera. Que nadie pierda la perspectiva.
Twitter: @mhernandez
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