CONTRACRÓNICA | Lo mereció en muchas ocasiones sin obtener el premio definitivo y ha tenido que ser al decimotercer desplazamiento liguero en el que la Unión Deportiva Las Palmas ha salido victoriosa con tres puntos que volarán hacia Gran Canaria. Un triunfo de oro que mantiene vivas las opciones de los amarillos en la lucha por la permanencia y que servirá para dar carpetazo a los temas extradeportivos acontecidos durante la semana.

En Ipurúa, en el mismo terreno en el que se obró la hazaña copera ha llegado la primer alegría a domicilio de la competición que realmente importa, la que da de comer. Las Palmas volvió a superar al Eibar en su feudo y suma la primera victoria lejos del archipiélago en un momento crucial de la temporada. No jugó el mejor de sus partidos, o al menos no el más estético, pero fue el más eficaz. Un gol de Bigas en jugada de estrategia fue suficiente para que los de Setién superasen a los armeros, aunque por ocasiones generadas sí que Las Palmas había hecho mucho para anotar antes de que llegase ese remate del balear.
Lo cierto es que el combinado amarillo venció ante el Eibar pero también pudo hacerlo en anteriores salidas donde jugó mucho mejor que en esta noche de viernes pero en ocasiones en las que la fortuna no estuvo entonces de cada. En esta ocasión, sin embargo, las sonrisas al final del encuentro era para los que vestían de amarillo, un acto de justicia para un equipo que no podía llegar a estar alturas del curso sin conocer las mieles del éxito en la Península.
Y es que la Unión Deportiva supo jugar de manera muy inteligente sometiendo al Eibar con el balón en el primer tiempo y sabiendo sufrir en el segundo acto. Dos partes muy distintas que también estuvieron muy condicionadas por el estado del terreno de juego. La incesante lluvia caída sobre la localidad vasca provocó que el césped estuviese encharcado en la segunda mitad y que Las Palmas apenas pudiese desarrollar su juego habitual. Y ahí entro el otro rol, uno menos usual pero que sirvió, el de mantener la ventaja y tratar de salir al contragolpe. Al final, la distancia se quedó en un sólo gol, poco pero suficiente.
Quince años después, desde la última vez que Las Palmas militó en la máxima categoría, el equipo insular vuelve a disfrutar de una victoria lejos de las islas. Mucho tiempo ha pasado desde entonces y poco deberá pasar hasta la siguiente si el objetivo de la permanencia ha de ser cumplido. A falta de doce jornadas para que concluya el campeonato, cada partido será una final en la guerra por la salvación. Y sí, también fuera de casa.