Llegó la primera victoria a domicilio de la Unión Deportiva. En una semana crítica la UD responde y da la cara. El gol de Bigas en el minuto 45, fundamental para creer en la permanencia.
Cuando más apretaba la situación, cuando rasgaba, cuando una derrota convertía el escenario en una drama, por fin, apareció la UD. Los amarillos visitaban Ipurua con sólo una salida: ganar o ganar. Y lo hicieron tras una primera parte en la que coleccionaron méritos, y una segunda práctica, perfectamente aclimatados a un terreno de juego por espacios impracticable. El cabezazo de Bigas vale oro. Ya llueve menos.
Confío Setién en la base que le disputó el encuentro al todopoderoso Barcelona. Entró Wakaso por Momo. El ghanés ya había hecho un gran partido en Copa en Ipurúa y volvió a ser una auténtica pesadilla para Capa por la banda. En defensa y en ataque, el africano fue superior.
Las Palmas combinaba un estilo de dominio del balón y de salidas al contragolpe. Cualquier error en el medio era aprovechado por cualquiera de los dos equipos para armar la artillería. La UD estuvo más rápida y coleccionó numerosas ocasiones en la primera mitad. Lo de siempre, faltó eficacia. Riesgo fue el mejor de los de Mendilibar.
En el minuto 7, una apertura a banda terminó con un centro de Wakaso que Willian José no pudo aprovechar. Metió la diestra cuando, tal vez, el remate con la izquierda era más franco. Los amarillos creían. Roque, una vez más el eje en el juego, distribuía y cuando veía espacios avanzaba sin temor. Jonathan, de menos a más, fue entrando en calor. Tana, al contrario. Muy frío en la primera mitad, con malas decisiones, impropio de él.
En el minuto 20 Wakaso tendría una opción clarísima. Nuevamente buscó Viera la espalda de Capa por dentro, el ghanés entró en el área y no se lo pensó para sacar un zurdazo. Se encontró con una mano providencial de Riesgo. La primera de muchas. Viera estaba resultando fundamental para conectar. Riesgo, tres minutos más tarde, desabarató un remate en el área pequeña de David García anticipándose tras un córner.
Los armeros se mostraban incómodos. En el medio no tenían capacidad de creación, y las ayudas de los amarillos con Inui y Peleteiro eran constantes. Borja Bastón y Sergi Enrich no tenían opciones de remate. Cuando apretaba el Eibar era por acumulación. Pero nunca por claridad.
En el 34, de nuevo Jonathan con un disparo seco, probó a Riesgo, que se lució en la palomita. Nada podría hacer en el 45 con un remate abajo, imposible para el cancerbero, de Pedro Bigas. El mallorquín se estrena en Primera División. Un gol de los llamados psicológicos. La UD merecía al descanso ir ganando por más ventaja.

Un entorno cambiante
En el descanso la lluvia no dio tregua y se intensificó. Esto propició que algunas partes del terreno de juego quedaran encharcadas. Era el momento de olvidarse de una combinación excesiva, ser prácticos y defender la renta. Los tres puntos no se podían escapar.
El Eibar prácticamente no ponía en aprietos a Javi Varas. El guardameta sevillano, al contrario que las últimas jornadas, tuvo poco trabajo en atajadas bajo palos. Ayudó unos centrales firmes. Aythami y Bigas mantuvieron a Enrich y Borja Bastón con inteligencia fuera del área. Algunos agarrones y protestas airadas pidiendo penas máximas fue lo más cerca que estuvo el Eibar del empate.
Únicamente una jugada polémica con Garrido y Dani García como protagonistas pudo ser pena máxima. Pérez Montoro decidió dar continuidad al juego. Unas veces te quitan, otras te dan.
Wakaso sirvió como bombona de oxígeno. Incansable, el ghanés no paró de correr en todo el encuentro. Ya antes del partido en su Twitter demostró una motivación envidiable. Era el momento de ganarse la titularidad. Y Wakaso no defraudó en un derroche físico inigualable.
Willian José, en el minuto 67 con un lanzamiento fuera del área, pudo aumentar la renta, pero su disparo se marchó fuera. No cogió la rosca necesaria para sorprender a Riesgo. El trabajo de espaldas de Willian, cuando el equipo abandonó en la mayoría de ocasiones el juego a ras de césped —opción peligrosa y no recomendable por cómo rodaba el esférico— siempre apareció el brasileño. Un trabajo espectacular de espaldas. Con éxito en gran parte de los duelos.
Los últimos minutos fueron una tómbola. La UD trató de aguantar lo que pudo el balón, pero el físico y la poca confianza en rasear el esférico impidieron que los amarillos desplegaran su juego. Prefirieron el oficio, con Lemos incrustado junto a Roque como doble pivote, achicando agua cuando fue necesario y respirando. Verdadero oxígeno para la UD de cara a su objetivo. Próxima parada: otra final ante el Getafe. Así sí se puede creer.
Sociedad Deportiva Eibar 0-1 Unión Deportiva Las Palmas
Sociedad Deportiva Eibar: Riesgo; Juncà, Pantic, Ansotegui, Capa; Escalante, Dani García, Jota Peleteiro (Adrián, min. 45), Inui (Saúl, min. 66); Enrich (Izet, min. 77) y Bastón. Entrenador: José Luis Mendilibar.
Unión Deportiva Las Palmas: Varas; David García, Aythami, Bigas, Garrido, Roque, Wakaso, El Zhar (Nili, min. 89), Jonathan Viera (Momo, min. 84); Tana (Mauricio Lemos, min. 73) y William José. Entrenador: Quique Setién.
Goles: 0-1, Bigas, min. 45.
Árbitro: Pérez Montero, comité andaluz. Amonestó a los locales Sergi Enrich, Juncá, Dani García y Capa; y al visitante El Zhar. También fue amonestado Eder Sarabia, segundo entrenador.
Incidencias: 26ª jornada de Liga BBVA, 5.000 espectadores en Ipurua.