Seguir creciendo, por Francisco Mayor

OPINIÓN | Colaboración de Francisco Mayor.



De espectacular podría calificarse este final de temporada. La segunda vuelta del equipo ha sido la muestra más evidente de que la UD ha venido a la máxima categoría para quedarse. El fútbol que ha fluido en el Estadio de Gran Canaria y en otros estadios ha servido para demostrarnos que jugamos mejor en la Liga BBVA que en la Liga Adelante, más allá de la propuesta que indica el cuadro técnico. Como ha dicho algún jugador, en esta categoría aparecen unos espacios que en Segunda no existían. De pasar a estar condicionados por defensas preparadas para desajustar el juego amarillo, a luchar cara a cara frente a las otras propuestas futbolísticas de la máxima categoría. Curiosamente, los peores resultados los hemos conseguido frente a los peores equipos, en un ejemplo claro de que defender no basta para mantenerse.

Considero que estos resultados son la cosecha de la política de cantera que empezó en 2010 cuando Paco Jémez metió a Viera, Vitolo, Vicente y compañía, y ha tenido continuidad en los años siguientes, hasta conformar un equipo cuya base forma parte de nuestro ADN. La directiva del equipo consiguió la manera de crecer a base de trabajar en las categorías inferiores. Lejos quedan aquellos tiempos en los que se decían que los canarios no estábamos preparados para retos importantes en el fútbol profesional, como llegó a decir algún destacado dirigente.

Especial atención a cómo se ha mejorado en el trabajo de puestos específicos. Hace poco más de un lustro era impensable tener un mediocentro canterano de la categoría que mandara en el campo. Hoy en día son bastantes los canarios que ocupan la masa gris del patrón de juego de nuestro equipo


Sin embargo, creo que es mejorable el rendimiento que se le está sacando a la cantera. El filial este año no me enamora. El juvenil, sí. Hay varias promesas que deben evolucionar en el proceso más difícil: el del salto al mundo profesional. Los Carlos (los dos, González y Quintana), Aythami y Facu Pérez, entre otros, han de ser el futuro, y ha de depositarse las esperanzas en ellos.

También se ha notado mucho la mejora en las elecciones de los fichajes de este año, frente a errores pasados. La mayor capacidad operativa, el escaparate que supone jugar en Primera y, también decirlo, la apuesta decidida por la renovación de jugadores precisamente en sus peores momentos (léase Tana o Vicente) dan muestra del grado de seguridad que ha alcanzado la dirección deportiva.

No sé si aún doloridos del Cordobazo, o de la última década mediocre que habíamos vivido, lo cierto es que me ha dado la sensación de que los aficionados no hemos disfrutado en general de este año. Quizá sea la proyección de un miedo que ha habitado mucho entre nosotros pero parece que solo hemos disfrutado desde carnavales hasta la segunda parte del partido ante el Sporting. Y el pasado viernes ante el Espanyol, claro. Somos soberanos pero da la sensación de que el miedo a perder no ha ayudado a los jugadores en los peores momentos. Y creo que ese aspecto hemos de superarlo de forma colectiva.

Por último, también la directiva y el organigrama del club han sufrido un aumento de miembros en su staff. Pero permítanme que dude de sus capacidades hasta que las vea bien contrastadas, a veces ha parecido que Ramírez se conformaba con ir colocando a desheredados de distintos partidos políticos con los que parece obligado a llevarse bien. Igual es mi desconfianza hacia algunos elementos que han formado parte de nuestra vida cotidiana, no lo niego.

opiFranciscoMayor