Los Galanes Amarillos, situada en La Solana (Ciudad Real), cumplió el pasado 16 de junio tres años en activo. Disfrutan con la UD en Primera División a pesar de la distancia.
Un total de 1.600 kilómetros separan Gran Canaria de Ciudad Real, pero ninguna distancia es insalvable cuando existe un nexo de unión: el amor por unos colores. Los Galanes Amarillos es una peña que se desvive por la Unión Deportiva Las Palmas a miles de kilómetros de la isla.
Su origen viene de varias reuniones entre amigos donde cada partido de la UD era una fiesta. Varios canarios llamaron la atención de los paisanos de La Solana, que pronto se unieron a los partidos de los amarillos para ver la evolución de los ‘Pío Pío’ por la pequeña pantalla.
La fase de ascenso de la temporada 2013-2014, en la que Las Palmas caía eliminada ante el Almería, sirvió de ‘causa original’ para la motivación y la superación de este grupo de aficionados de Ciudad Real, agrandando su sentimiento y afán por el conjunto amarillo. Había que formar una peña y animar desde la distancia como uno más.
Al año siguiente decidieron comprar todos los partidos a través de la pequeña pantalla y establecieron un punto de encuentro fijo en un restaurante llamado Kiko-Mingo. Ni el Cordobazo de ese curso les hizo perder la fe. Como buenos seguidores el drama les hizo más forofos y comenzaron a organizar algún viaje cercano para asistir a los partidos. «Queremos vivir más encuentros de manera más cercana junto a otros seguidores amarillos, eso nos motiva», admite Echedey Hernández, uno de los fundadores de la peña.
La peña cuenta en la actualidad con unos doce miembros fijos, si bien suelen juntarse para ver los partidos importantes en torno a treinta aficionados. La única condición que existe para poder ser miembro es que quién asista debe pasarlo bien y animar a la Unión Deportiva Las Palmas.
Para esta temporada que dará comienzo el próximo agosto piden que el equipo siga un año más en la élite, deslumbrando con buen fútbol y confiando el proyecto de cantera que ha deslumbrado a España con talento y técnica. Los Galanes Amarillos son ambiciosos y tienen cuerda para rato. Su siguiente reto, como pasó en La Bañeza: evangelizar y unir a la causa a más ciudadanos de La Solana. Siempre al lado de la Unión Deportiva, sin importar la distancia.