Déjà vu en El Madrigal

Foto: LaLiga


Se repitió la historia de Sevilla y, tras un partido espectacular de la UD que obligó al Villarreal a vivir gracias a la actuación de su guardameta, un accidente que deriva en el penalti y posteriormente otro error arbitral clamoroso acaban tumbando a un equipo grancanario que muestra grandes credenciales.

Déjà vu en la UD Las Palmas. Lo ocurrido hoy en El Madrigal ya se vivió semanas atrás en Sevilla, donde un error arbitral echó por tierra un enorme despliegue del equipo grancanario. Lejos de achicarse, el equipo amarillo -hoy coral- se hizo grande ante un rival de entidad que todavía no conoce la derrota. Y cerca estuvo de hacérsela conocer.

Porque lejos del error arbitral, la UD tuteó y mareó por momentos a un Villarreal que arrancó muy bien pero luego quedó hipnotizado ante el fútbol canario. Así llegó la obra de arte que fabrican Jonathan Viera y Tana y que acaba culminando Prince Boateng. El gol llega tras dos avisos previos, el conjunto groguet no sabía qué hacer para frenar a una línea ofensiva de Las Palmas que se divertía.


Sin embargo y pese a un arranque más insistente del Villarreal, sólo un accidente despistó a los grancanarios. Vicente golpea a Michel Macedo en un intento de despejar un balón y el lateral tiene que ser sustituido. El parón enfrió y distrajo a los de Setién, que con Roque de lateral y en inferioridad numérica acabó derivando en un penalti dudoso, aunque en este caso y pese a las ganas de Sansone por caer, pudo haber contacto entre jugadores.

El gol hizo dudar por momentos a la UD, pero volvió a levantarse y de qué forma. Especialmente con un Dani Castellano que está mostrando un nivel excelso en las últimas semanas. Otra vez Asenjo tuvo que ejercer de salvador ante el propio lateral y Tana, Las Palmas no se conformaba con el empate y quería ganar.

Hasta otra jugada ajena al equipo de Setién. En Sevilla fue en el 88′, en Villarreal en el 91′. Bakambu, que perfectamente podía estar expulsado por alguna falta innecesaria desde su amonestación, agarra y casi tumba a Montoro en una pared, evitando así el corte del valenciano y propiciando la entrada limpia del delantero en el área con el desenlace del gol.

Hasta ahora y salvo el partido para olvidar en San Sebastián, en las otras dos derrotas de la UD se han producido errores ajenos al propio equipo de Setién, situación que como comenta resignado en rueda de prensa, no pueden controlar. Está haciendo falta bastante más que un rival teóricamente superior para poder tumbar a esta UD Las Palmas.