La UD Las Palmas está destacando en los últimos años por ser un club donde algunos futbolistas recuperan su mejor versión, mientras que otros explotan definitivamente a los jugadores contrastados que son a día de hoy, confirmándose como un lugar ideal para practicar el fútbol.
Hace poco más de dos meses la UD Las Palmas anunciaba el fichaje de Kevin-Prince Boateng, una llegada que despertó mucha ilusión por el contrastado nivel del futbolista; pero también dudas por el historial de polémicas que acompañaba al ex del AC Milan. Parecía una apuesta arriesgada, pero el tiempo está dando la razón a quienes apostaron por su fichaje y está demostrando que ambas partes agradecen el haberse cruzado en el camino.
En su presentación el germano-ghanés dijo que a los seis meses nadie le preguntaría por su pasado. Y lo cierto es que ha conseguido acabar con las dudas en menos de la mitad de ese tiempo. Actualmente en once jornadas es el máximo artillero de la UD con cuatro goles, dando además un salto de calidad notable al club no sólo a nivel deportivo sino mediático y de vestuario. Además ha conectado de manera especial con uno de los pesos pesados como Jonathan Viera, formando junto a Tana un tridente lleno de magia, como demostraron en el maravilloso gol al Villarreal.
Si Prince Boateng ha recuperado un gran nivel en la UD Las Palmas, otros jugadores como Michel Macedo o Pedro Bigas han explotado el suyo. De quedarse a punto de descender a Segunda División B, a ser jugadores contrastados en LaLiga Santander y piezas clave en los esquemas de Quique Setién, ofreciendo un gran rendimiento en la defensa. Aciertos rotundos de la dirección deportiva, que ve como dos fichajes discutidos por su procedencia se han revalorizado y convertido en titulares. En la presente temporada el balear suma un gol y el brasileño dos asistencias.
En este sentido, un factor clave para la explosión del mejor nivel de estos futbolistas reside, además de la gestión de Setién desde el banquillo, en el buen ambiente en el vestuario y la forma de vida en Gran Canaria, donde el fútbol se vive de manera especial. Tanto Boateng, como Macedo y el propio Bigas han destacado en alguna ocasión estos factores para la adaptación al club y a la isla.
Willian José explotó como amarillo
No obstante los tres citados no son casos aislados. Willian José llegaba envuelto en un mar de dudas sobre su proyección y acabó siendo un jugador clave para la reacción amarilla de la segunda vuelta, revalorizándose hasta el punto de que la Real Sociedad desembolsara este verano seis millones de euros por su traspaso. Wakaso Mubarak también dejó buenas sensaciones y gran recuerdo en los aficionados, aunque sus lesiones y convocatorias con Ghana no le permitieron tener la continuidad deseada.
También se puede destacar la llegada a la UD como revulsivo para sus carreras el caso de Mauricio Lemos o Sergio Araujo. El primero completó una notable segunda vuelta desde su llegada, lo que propició que la entidad amarilla se hiciera con sus servicios por una cantidad cercana a los dos millones de euros y posteriormente recibiera ofertas del FC Barcelona. Por su parte,
Sergio Araujo fue casi el hombre del ascenso, anotando 25 goles en la temporada y alcanzando un nivel cercano a las expectativas que había en él desde que recaló cedido en el filial del Barcelona. Tras su gran temporada, la UD Las Palmas rechazó una oferta de más de 10 millones de euros procedente del Calcio italiano por el argentino.
De esta forma queda demostrado que Gran Canaria se convierte en un destino atractivo para muchos futbolistas del mundo. Al fútbol alegre y vistoso que se practica en el césped se le unen el gran ambiente en el vestuario, el clima en la isla y la pasión con la que se vive el fútbol desde las gradas. Una mezcla que está haciendo que sean muchos los jugadores que estén alcanzando su mejor nivel en la UD Las Palmas.