Este lunes la UD Las Palmas recibe en Gran Canaria al Athletic, el equipo de LaLiga con más canteranos en su plantilla. Sin embargo y pese a ser dos de los conjuntos que más mira su base, el estilo es opuesto entre ellas, en lo que el propio Valverde ha considerado un «contraste de estilos».
‘La Casa Amarilla’ contra Lezama. Aunque es una afirmación con muchos matices, ya que los 22 futbolistas que saldrán de inicio el lunes no son canteranos de ambos conjuntos, sí se puede considerar un choque de equipos plagados de jugadores formados en su base que llevan por bandera el proyecto de cantera.
Sin embargo y pese a las similitudes en el objetivo, el estilo de ambos es totalmente opuesto y es lo que hace el partido si cabe más atractivo. Ernesto Valverde lo llamó este sábado en rueda de prensa un «contraste de estilos» y lo ejemplificó con nombres propios: «Ellos tienen un tipo de jugador como Viera o Tana y nosotros a Aduriz o Raúl García». Y no le falta razón.
Si algo se puede sacar de los equipos que miman su cantera es que en cierto modo acaban jugando de la forma de la que se ha enseñado en su base históricamente. El propio Valverde reconocía que el futbolista canario «históricamente al Athletic se le ha dado mal porque se mete en zonas que no controlas», debido a su elevado nivel técnico.
No obstante, el Athletic es un equipo con identidad, con muchos jugadores de su cantera y que también abanderan un estilo de muchas décadas atrás. Los leones, caracterizados por la garra, el poderío físico y un trabajo tal vez menos brillante pero siempre efectivo. Así además también lo señalaba el técnico vasco, que reconocía que una de las debilidades amarillas -el balón parado- es a su vez una fortaleza del conjunto vasco; a la vez que reconocía que la UD es un equipo que «domina mucho el juego» y «hacen daño entre líneas».
De esta forma, más allá de un partido de fútbol entre dos equipos con una personalidad muy marcada que funciona, el lunes se podrá disfrutar de un choque de estilos, de equipos plagados de jugadores con gran arraigo por salir de su cantera y de dos equipos que, además, por su forma de jugar se han ganado la admiración del mundo del fútbol. Un duelo apasionante entre dos formas de jugar casi opuestas pero igual de efectivas.