Hacer del sufrimiento un arte



Las Palmas se abona al sufrimiento y ni así pierde su esencia, convirtiendo incluso el hecho de pasar apuros en un arte, en un disfrute para los aficionados. Los amarillos cuajaron una gran actuación en un partido donde es inexplicable que se terminara con sufrimiento final. 

Decía Quique Setién en la previa que si no ganaban al Sporting igual era porque no este equipo no daba para más, en clara referencia a luchar por los puestos europeos. También hizo alusión a que siempre que llega el momento de estar a tiro de algo importante, el equipo no termina de dar ese salto, ese plus. Pero esta UD quiere como mínimo soñar y tener ilusiones.

El equipo amarillo bailó, avasalló e incluso hizo parecer al Sporting de Abelardo un equipo de otra categoría -también culpa de ello tiene la propia propuesta ultra conservadora del asturiano-. Al descanso el marcador reflejaba un 0-0 que estaba muy lejos de la realidad. En un partido normal el resultado estaba ya resuelto en el intermedio.


Pero a la UD históricamente le ha gustado sufrir, hacerlo todo con un toque de épica y con el corazón al borde del infarto. Así, sufriendo, llegó el gol de El Zhar que parecía no querer entrar nunca. Y tras ello, el Sporting sí pareció un equipo de Primera y a los de Setién en cierto modo les entró el miedo. Un temor a repetir la historia del Leganés o tantas otras ocasiones en temporadas anteriores en las que cuando hay algo a tiro, se falla en el momento clave.

Y así, llegó el momento que parece gustar tanto a los amarillos: el sufrimiento. El Sporting tuvo ocasiones muy claras para empatar el partido y dio varios sustos, algo que parecía impensable minutos antes. Pero la UD disfruta ante la costumbre de esta situación e, incluso en momentos de tensión y sobresaltos, se divierte. Jonathan Viera, Roque Mesa, Vicente Gómez, Tana y tantos otros futbolistas que cuando cualquiera se quitaría el balón de encima lo más lejos posible, ellos sacan su fútbol de la calle, el de esconder el balón, el de hacer correr al rival hasta desesperarlo. Porque esta UD hace del sufrimiento un arte.

La UD sí da para más (1-0)