La UD Las Palmas salió goleada con estrépito del Camp Nou, en un partido irreconocible de los amarillos que estuvieron siempre a merced de un Barcelona que sacó a relucir todo su potencial pese a reservar alguna estrella. La diferencia entre ambos conjuntos es abismal y se demostró sobre el césped.
Quique Setién lo relató como impotencia, como una gran diferencia entre un equipo y otro. Y lo cierto es que fue una mezcla de todo. El Barcelona jugó uno de sus mejores partidos en mucho tiempo y la UD el peor de la temporada, se juntó el hambre con las ganas de comer. Aunque pudiera parecer lo contrario por las ausencias de futbolistas como Piqué, Iniesta o Neymar, Luis Enrique mostró gran respeto por el equipo amarillo al atacar directamente las virtudes de los de Setién. No dejó jugar nunca a Las Palmas.
Llegaba al choque la UD con ambición, con expectativa de poder dar la campanada, de hacer daño y convencida de estar en disposición de hacer temblar al Barcelona en su estadio. Quizás incluso demasiado optimista. Y por momentos lo pareció en el campo, donde los amarillos parecieron estar demasiado confiados e incluso crecidos, sin tener en cuenta el poderío de los futbolistas rivales.
El Barcelona vio ahí una herida y no dudó en hacer sangre, aunque no fue el único factor del resultado. Incluso pudo haber sido peor. Al descanso la ventaja era mínima gracias a un excelso Javi Varas, pero tras la reanudación no hubo piedad. Luis Enrique admitió que su equipo había hecho una de las mejores presiones en lo que va de temporada y eso, ante un día de excesos de confianza amarilla, fue demoledor. La presión azulgrana provocó numerosas pérdidas en la creación de la UD que acabó convirtiendo el choque en un suplicio para los grancanarios.
Era una derrota con la que se contaba, puesto que muchos factores tienen que darse para que la UD pudiera puntuar en el Camp Nou. No obstante, dadas las expectativas con las que llegaban los amarillos, tras una semana en la que por fin se nombró Europa y se piensa en dar un paso más, la aplastante superioridad mostrada por el Barcelona pone un poco las cosas en su sitio. Las Palmas es un equipo en crecimiento que debe seguir mejorando para poder suponer una amenaza seria en el coliseo blaugrana, mientras que los de Luis Enrique siguen siendo uno de los mejores equipos del mundo. O dicho de otra forma, todo un golpe de realidad en el Camp Nou.
Setién: «Nos puede venir bien para ponernos en nuestro sitio»