Quique Setién fue entrevistado por Juanma Castaño en El Partidazo de Cope para analizar con más detenimiento la situación actual de Sergio Araujo, tras su nuevo positivo al volante este miércoles.
Problema de Araujo: «Ha tenido la desgracia de que sale, pero por encima de eso va a los entrenamientos, entrena como un animal, trabaja, es muy buen compañero y es muy buen chaval. Tiene esos momentos de debilidad que son los que tendría que corregir y nosotros no lo podemos afrontar. Hemos tratado de hablar con él y no lo puede evitar. Supongo que si él solo no puede, necesitaría la ayuda de alguien sobre todo de su entorno».
Señalado en la isla: «Parece ser que tiene algunos amigos o cosas que realmente a mí no me interesan, a mí sólo me interesa cuando viene a los entrenamientos. Yo le valoro como futbolista y esto le afecta. Creo que es un chaval recuperable y aquí está muy condicionado. Aquí todo el mundo entiende que es un problema».
¿Tiene un problema con el alcohol? «No creo que tenga un problema con el alcohol, creo que es más cuestión de madurez. Yo le veo entrenar y trabajar y no tiene ningún problema. Tenemos una relación con él porque es un buen chaval».
¿Se han planteado ofrecerle ayuda profesional? «Consejos le hemos dado todo el mundo. No sé hasta qué extremo le puedes obligar a ponerle a alguien para que trate con él. Tú tienes el control sobre los futbolistas dos o tres horas al día, luego se van a sus casas y no me importa lo que hagan. A mí me importa lo que veo en el entrenamiento. Todo el mundo tiene sus momentos pero al final es lo que hemos sido nosotros mismos cuando jugábamos. No ha tenido suerte en algunas actuaciones y esto tiene una repercusión que quizá hace 20 años no se enteraba nadie. Ahora toma una dimensión extraordinaria y al que le coge, le marca».
¿Cómo puede otro equipo interesarse sabiendo sus antecedentes? «Yo le recomendaría porque creo que es un futbolista muy a tener en cuenta. Es muy buen futbolista, un chaval extraordinario que trabaja y entrena. En otro entorno estoy absolutamente seguro que va a rendir porque se va a limpiar y va a centrarse, a salir del ambiente en el que está viviendo aquí hace dos o tres años. Uno mira el currículum y luego se puede llevar sorpresas como la que nos hemos llevado aquí con Prince. Es un chaval extraordinario que está dando rendimiento, está a gusto y te da lo que no esperabas».
No cuenta para el equipo: «Yo no le pongo a jugar porque hay otros compañeros que han estado mejor que él, pero yo trato de hablar con él, convencerle e implicarle. Ahora está muy afectado por todo lo que ha pasado, él no deja de ser un chaval de 23 años que no ha madurado. Hay que ver que seguramente lo que le está pasando no es todo culpa de él. Hay que mirar muchas cosas alrededor para entender muchas situaciones de la vida. Detrás del futbolista hay una persona que está en dificultades y seguramente habría que echar una mano».
