Míchel Macedo se encuentra prácticamente recuperado de su lesión, por lo que volverá a estar disponible para que Quique Setién haga uso de él si así lo cree necesario. Su temporada hasta el momento de la lesión estaba siendo para enmarcar.
Era 6 de febrero y Las Palmas volvía a disputar un partido un lunes. Aquel día tocaba medirse ante el colista de la clasificación en un partido importante para las aspiraciones de la entidad amarilla. Europa pasaba por Granada. Antes de cumplirse el minuto 20 del encuentro llegaban malas noticias, Míchel Macedo no podía continuar y tenía que ser sustituido. Aquel día el cuadro grancanario perdió y comenzó una racha de derrotas que acabaría con la ilusión de disputar competición europea el próximo curso. La UD ha echado de menos al brasileño, pese a las buenas prestaciones que ha ofrecido David Simón.
El lateral brasileño ha sido una de las piezas claves en los esquemas de Quique Setién. En un equipo caracterizado por el juego de posesión y toque, la velocidad y verticalidad de Míchel Macedo suponían un soplo de aire fresco que horadaba las defensas más rocosas y hacía salir del atolladero a los de Gran Canaria.
Fruto de la casualidad o no, desde la baja del jugador de Río de Janeiro, Las Palmas sólo ha ganado dos de sus últimos ocho enfrentamientos. No todo se debe a la baja de un único jugador, pero es imposible no resentirse de no disponer de la producción ofensiva y defensiva de uno de los pilares del equipo, y es que sus números le han dado esa condición de indispensable.
A las incansables carreras de Macedo por el lateral derecho del ataque amarillo hay que sumarle su contribución a la construcción de juego. De los 880 pases que ha intentado en 19 partidos, 761 han acabado en los pies de otro compañero, una estadística importante teniendo en cuenta que se trata de un defensa y que Míchel pasa más tiempo en campo rival que en el propio y que da más pases hacia delante, hacia la meta rival (257 pases) que hacia su propia portería (228).
De cara a gol no ha estado afortunado, ya que ha ensayado el disparo a puerta en ocho ocasiones y no sólo no ha marcado, sino que ni si quiera han ido entre los tres palos ninguno de esos intentos. Aún así poco importa, ya que la función de un lateral no es marcar goles sino servirlos en bandeja desde la banda y eso Macedo sí que lo hace bien. Centra con precisión al corazón del área y se crea a sí mismo el hueco necesario para hacerlo. No en vano ha dado 4 asistencias en 19 partidos.
Sin embargo, donde sorprende el brasileño es en defensa, ya que de 24 entradas o bloqueos que ha intentado, ha salido victorioso en 23 de ellas y ha perdido el duelo en sólo una ocasión. En un jugador de corte tan ofensivo no es usual esa seguridad en defensa. Sin embargo, Míchel Macedo ha demostrado en cada partido hasta su lesión cuán polivalente es.
No obstante, que se haya recuperado de su lesión no significa que vaya a volver tan fácilmente al once titular. En estos partidos en los que el brasileño ha estado de baja ha surgido la figura de David Simón. El grancanario había disputado muy pocos minutos hasta entonces, pero ahora parece que se ha ganado el puesto y la confianza del míster a base de buenas actuaciones y trabajo. El lateral grancanario está experimentando un buen momento en lo personal y seguirá peleando por un puesto en el equipo.
Setién tiene un nuevo problema para armar el once inicial, ya que ahora no dispone de un puñal para la banda derecha sino de dos y ambos están muy afilados.
