CONTRACRÓNICA | Suma y sigue la tortura de la UD cuando se desplaza lejos de Gran Canaria, pero ya con las sensaciones de mal en peor. Pese a la victoria ante el Betis que parecía recuperar el tono, el equipo amarillo ha sido arrasado en San Mamés dando la peor imagen de toda la temporada, de un equipo sin alma ni espíritu.
Una imagen indigna, pésima. Eso fue lo que dejó la UD Las Palmas este viernes en San Mamés, recibiendo una manita pero incluso pudiendo dar gracias al marcador por lo corto que ha resultado viendo la abrumadora superioridad del Athletic durante el partido. El equipo amarillo no compitió, dio grandísimas facilidades a los atacantes bilbaínos y fue un alma en pena.
No por no esperado deja de sorprender. Viendo las dinámicas de ambos equipos lo normal era pensar en una derrota. Lo que probablemente nadie esperase es que incluso se empeorase la imagen del doble tropiezo la pasada semana en Balaídos e Ipurúa. Justo al acabar el choque, Vicente Gómez aprovechaba los micrófonos televisivos para pedir perdón a la afición por la imagen dada, que definió como «no a la altura del equipo que tiene que tener un equipo de Primera División». Análisis muy certero.
Algo parecido pasó en Barcelona, pero se puede disculpar en cierto modo porque el equipo de Luis Enrique es uno de los mejores del mundo y es capaz de golear y destrozar a casi cualquier conjunto. Pero lo de hoy no tiene ni excusas ni disculpas. El Athletic metió cinco como pudo haber metido diez. Iñaki Williams recordó al mejor Figo, Muniain hizo cuanto quiso con la defensa y Aduriz no recuerda muchos partidos con tantas facilidades.
A la UD le faltó incluso orgullo y pundonor de ver que le pasaban por encima y no tenía argumentos para tratar de, aunque sea, igualar las fuerzas pese que el partido estuviera perdido. Una imagen indigna para los cerca de 200 aficionados que se desplazaron hasta Bilbao para ver a su equipo no competir, como otras tantas veces esta temporada lejos de casa. Porque al final como único dato que se puede rescatar como positivo de la visita de Las Palmas a San Mamés es, una vez más, la afición. Una afición que puso voz y color a unos aficionados, los del Athletic, que siempre han mostrado gran respeto por los amarillos y su fútbol.