A LaLiga le urge la aplicación del VAR



CONTRACRÓNICA | Partido de poca historia donde el equipo arbitral se empeó en erigirse como protagonista. Una mala aplicación del fuera de juego privó a la UD Las Palmas de una victoria que parecía tener controlada, una decisión que se podía haber evitado con la tecnología.

No fue el partido más bonito en el Estadio Gran Canaria, tampoco el más vibrante. Pero la UD Las Palmas mandaba en el marcador gracias a un precioso gol de Prince Boateng, su décimo en la temporada, que hacía al equipo amarillo recuperar la duodécima plaza. El cuadro de Setién notó especialmente la baja de Jonathan Viera, pero no estaba teniendo demasiados apuros para mantener su portería tranquila ante las pocas acometidas del Alavés.

Sin embargo, una vez más, como unas cuantas esta temporada, un error clamoroso en contra de la UD priva de sumar puntos. Aunque el balance de errores durante una época pareció igualarse relativamente tanto a favor como en contra del equipo amarillo, la balanza vuelve a desequilibrarse hacia los errores en contra.


En una acción en la que Halilovic cae derribado aquejado de una falta por un manotazo, el balón acaba en pies de Ibai en el vértice del área. Su centro chut se pasea por el área hasta colarse en la portería de Raúl Lizoain. Confusión entre el juez de línea y José Luis Munuera Montero hasta que se decide dar el gol por válido. Un tanto que nunca debió haber subido al marcador. Deyverson se cruza en la trayectoria del mismo, sin tocarlo, influyendo en la decisión del guardameta amarillo tanto en el ángulo de visión como a la hora de esperar un posible remate. Fuera de juego posicional de libro.

Si se aplicase la tecnología al fútbol, esa donde LaLiga y RFEF no terminan de ponerse de acuerdo por diversos intereses, seguramente en los segundos de duda entre linier y árbitro se hubiese avisado que en la acción había fuera de juego. Pero todavía no hay aplicación de la misma y la UD vuelve a perder puntos por el mal criterio arbitral.

Como ayer el Leganés al recibir un gol con la mano; como la UD en Sevilla, Villarreal o algunos otros sitios donde se ha visto seriamente perjudicada por decisiones que fácilmente podrían haber sido corregidas con la aplicación del VAR. Si LaLiga quiere ser la mejor del mundo, no se puede permitir esperpentos como los vividos hoy en Gran Canaria o ayer en Villarreal.