El técnico cántabro apela al escudo y el aliciente de los menos habituales para conseguir por fin una victoria fuera de casa que se resiste desde la primera jornada.
Poner fin a la dinámica fuera de casa. «Creo que utilizo todos los argumentos siempre para conseguir que el equipo dé el mejor nivel. No sé si habrá alguno más, la única respuesta que a uno le queda después de una larga sequía es cambiar algunos jugadores y alguna forma de hacer las cosas, pero lo hemos intentado casi todo. Es cierto que en los últimos partidos ni siquiera las sensaciones acompañaron en algunos de ellos, ahora vamos a tener un rival tremendamente complicado que se está jugando la vida y que va a apretarnos muchísimo y que nos va a exigir una barbaridad. Vamos mentalizados, veremos a ver si realmente somos capaces de superar esa agonía y conseguimos superarlo y sacar puntos fuera».
Posibilidad como 9. «Puede ser que juegue de inicio Erik Expósito, al tener tres partidos en una semana si forzamos también mucho a Jesé y luego no tengo sustituto en esa posición me puede acarrear algún problema durante el partido».
Recuperar la confianza. «Ya hemos hablado que la confianza no está todo lo bien que debería estar en la inmensa mayoría de jugadores, es lógico que cuando no haya resultados se resienta. Lo importante es analizar las causas de por qué uno pierde esa confianza cuando la situación clasificatoria no es complicada, de hecho ya estábamos salvados virtualmente hace un tiempo. Hay una lectura que podemos hacer que también es importante que no jugamos nunca solos. Jugamos contra un rival que también propone sus virtudes y argumentos y que evidentemente nos han superado. Ahí se resiente la confianza».
Ganar con numerosos problemas. «Las victorias o derrotas muchas veces son inesperadas. Uno prevé una situación que luego evidentemente el fútbol las desmiente. Esto no lo controla nadie, quizá la necesidad que tengan ellos de ganar el partido también juegue en su contra. Si somos capaces de mantener el balón y hacerles correr… nunca se sabe la realidad. Me vale que hay jugadores que no juegan habitualmente que para ellos es un estímulo. Es un aliciente importante y que les reforzaría muchísimo su autoestima».
La UD, juez de LaLiga por arriba y por abajo. «Hay varios partidos que van a ser para los demás muy importantes, creo que hay que tomarlo en la consideración que hay que tomarlo. Primero porque nuestra obligación es la de competir al máximo hasta el final, es un aliciente importante como los dos partidos en casa para despedir el año, dos rivales extraordinarios, más luego los que nos quedan contra Sporting y Leganés. Son partidos muy intensos que deberíamos estar a la altura para que nadie pudiera decir absolutamente nada de nosotros, defender el escudo y dar nuestra mejor versión. Ojalá consigamos superar esa prueba fuera de casa y dejar un buen partido en el recuerdo en los dos partidos de casa con nuestra afición».
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