La UD Las Palmas volvió a caer con estrépito en Gran Canaria para caer a zona de descenso y seguir llenando de desilusión un estadio cada vez más desértico. El ‘efecto Ayestarán’ se diluyó a los 15 minutos y con él un equipo que hizo aguas por todas partes para acabar siendo sometidos por un Celta mucho más hecho.
Ni efecto Ayestarán, ni regreso de los lesionados ni dos semanas de pretemporada ni nada de nada. La UD Las Palmas continúa con los mismo problemas, mismas carencias y unas sensaciones tan preocupantes como descorazonadoras que sigue despoblando el Estadio Gran Canaria. Al término del partido tal vez no había ni ocho mil espectadores en las gradas. Síntoma de lo que ofrece el equipo amarillo. Entre la humillación y la pesadilla.
Sorprendió Ayestarán de inicio con el once. Ni Dani Castellano, ni Vitolo, ni Rémy. El técnico vasco apostó en el primer once con su sello -el del Camp Nou apenas llevaba un par de entrenos con su nueva plantilla- por Borja Herrera y Momo en la banda izquierda, así como David García en el eje de la zaga. El resto, lo esperado con Hernán Santana de volante y Oussama Tannane en la banda derecha.
Pronto pareció verse un aire nuevo en el juego amarillo. Presión a la salida del balón rival, mucha combinación y posesión, pero muy poca contundencia arriba, donde en ocasiones se volvió a buscar en exceso a Calleri en largo. A todo esto, el Celta, sin hacer nada, esperaba su momento, sabedor de que le llegaría tarde o temprano.
Y vaya si lo aprovechó. A los 15 minutos Emre Mor encontraba un agujero inmenso en la defensa amarilla por la izquierda para batir de toque sutil a Chichizola. Antes de eso, ya Bigas, Viera y Oussama habían tenido ocasiones sin puntería ni contundencia. La que volvió a tener el Celta acto seguido por mediación de Iago Aspas. Traje a un Borja Herrera nada afortunado con excesiva facilidad y remate a priori fácil para Chichizola, pero el argentino también quiso colaborar en el gol y terminó de introducir el balón en su portería.
De repente, en 20 minutos la UD se veía con dos goles en contra y una película que ya se había visto en este estadio. No obstante no le perdía la cara al partido el equipo amarillo, que tuvo ocasiones clarísimas en remates de Jonathan Viera y David García en sendos saques de esquina. Otra novedad con Ayestarán: se acabaron los saques en corto, ahora se busca el remate y además se encuentra. También lo intentó Calleri y más tarde Hernán, pero todos se encontraron siempre con Rubén Blanco.
El hundimiento
Reaccionó Ayestarán al descanso y movió el banquillo de inmediato. Rémy por Momo al volver de vestuarios. Pero el primer susto fue celeste, tras una mala entrega de Oussama Tannane a Hernán que rechazó con una buena estirada Chichizola. Fue sólo un aviso de lo que llegaría justo después. Contra de libro del Tucu Hernández para que Aspas se plante solo ante el argentino y ponga un doloroso y contundente 0-3 en el marcador.
Pero al partido le quedaban emociones fuertes. A los 52 minutos un mal pase en defensa es interceptado por Calleri, que se planta ante Rubén Blanco, quien toca balón pero también se lleva puesto al delantero argentino. A juicio del colegiado, falta y expulsión del guardameta visitante. Ayestarán aprovechó la superioridad numérica para revolucionar el dibujo: Lemos y Vitolo al campo, defensa de tres y acumulación de hombres para el ataque a la desesperada.
Respondió Unzué introduciendo de inmediato a Fontás para pasar a Sergi Gómez en el lateral derecho y a Wass al centro con la intención de contener mejor el nuevo ataque amarillo. No obstante, no tomaba el pulso la UD al nuevo dibujo táctico con Vitolo por dentro en un ataque que contaba además con Rémy en la izquierda, Tannane en la derecha y Calleri en punta. Y en la sala de máquinas, Jonathan Viera.
Pero ni por esas. El siguiente gol también llegó del lado vigués. Iago Aspas volvió a encontrar un hueco para ceder atrás a un Pablo Hernández que desde la frontal sacó un disparo que no supo repeler Chichizola. 0-4 y desbandada general en un Estadio Gran Canaria que volvía a presentar su peor entrada de la temporada con menos de 16.000 espectadores. Ni fuerzas había para animar, ni mucho menos para pitar. El postrero gol de Vitolo tras jugada individual en los últimos minutos casi no fue ni coreado.
Rémy como única buena noticia
Quien sí arrancó los aplausos de los que se quedaron en sus asientos fue Loïc Rémy, el mejor de los amarillos. Con desborde y talento individual puso en apuros a Sergio Álvarez y acabó viendo puerta nuevamente. El único oasis en el desierto en el que vive la UD esta temporada. Pero la fiesta celeste no acabó ahí. Iago Aspas cerró su gran noche particular volviendo a batir a Chichizola para firmar un hat trick. El Celta jugaba con uno menos pero tenía mejores ocasiones que una UD Las Palmas que deambulaba sin alma por el campo.
El equipo amarillo cae en descenso y en una depresión que le hará viajar con urgencias a Villarreal, que ha retomado el rumbo de la mano de Calleja. Todo lo contrario a una UD Las Palmas que no sólo no encuentra el rumbo sino que además empieza a perder hasta la conexión con la grada y parte de la ilusión. Este equipo tiene un serio problema y no está en descenso por el calendario. Es el equipo más goleado del campeonato con 18 tantos en ocho partidos. Una sangría. Hay tiempo y mimbres para revertir la situación, pero hay demasiadas cosas que mejorar si se quiere cambiar la cara de un equipo a la deriva.
Unión Deportiva Las Palmas vs RC Celta de Vigo
UD Las Palmas: Chichizola, Michel Macedo (Lemos 60′), David Garbía, Bigas, Borja Herrera (Vitolo 60′), Aquilani, Hernán, Jonathan Viera, Oussama, Momo y Calleri.
Celta de Vigo: Rubén, Wass, Cabral, Sergi Gómez, Jonny, Lobotka, Jozabed (Fontás 62′), Pablo Hernández (Radoja 75′), Emre Mor (Sergio Álvarez (54′), Pione Sisto y Aspas.
GOLES: 0-1: Emre Mor (15′); 0-2: Iago Aspas (19′); 0-3: Iago Aspas (49′); 0-4: Pablo Hernández (70′); 0-5: Iago Aspas (75′); 1-5: Vitolo (89′); 2-5: Rémy (93′).
ÁRBITRO: David Medié Jiménez (Comité Catalán). Amonestó a Jozabed (26′), Bigas (50′), Aquilani (60′). Expulsó con roja directa a Rubén Blanco (51′).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la octava jornada de LaLiga Santander 2017-18, disputado en el Estadio Gran Canaria ante 15.799 espectadores. Ambos equipos lucieron antes del inicio una camiseta en solidaridad con Galicia.