El centrocampista tiene muchas posibilidades de disputar sus primeros minutos con la camiseta amarilla en Riazor después de casi dos meses alejado de los terrenos de juego. El catalán vuelve a sonreír.
La UD adolece de brújula. Los amarillos tienen un centro del campo desconectado. La escuadra que dirige Ayestarán se pierde y se parte en una zona que, por excelencia, ha caracterizado más al juego de los grancanarios. Para ello, para solucionar esa disyuntiva Sergi Samper pide paso. El catalán está completamente recuperado, está con ganas de volver a sentirse futbolista y Riazor puede ser el escenario donde el jugador cedido por el FC Barcelona tenga su primera oportunidad esta temporada.
Una lesión en el gemelo lo ha mantenido lejos del verde y, durante ese tiempo, Las Palmas ha echado de menos un pivote que ayude en la salida de balón. Márquez y el propio Pako probaron multitud de soluciones con más o menos éxito, intentaron darle las llaves del coche de carreras a otros jugadores que no han conseguido cumplir la misión con contundencia y eso ha terminado por convertir a Jonathan Viera en una pieza que está lejos de la zona donde verdaderamente es peligroso para las defensas.
En todo este tiempo, son muchos los que se han echado las manos a la cabeza a la hora de señalar lo mucho que esta UD echa de menos a Roque Mesa. El teldense lo era todo; ancla, ayuda defensiva y hombre de confianza para llevar el balón a la zona de ataque. Su marcha dejó un vacío tremendo en el centro del campo amarillo y, por ello, la llegada de Sergi Samper fue una respuesta necesaria a un requisito importante en un equipo que disfruta dominando desde de la posesión, pero los problemas físicos lo desterraron.
Ahora, fresco para participar y dispuesto a asumir responsabilidades en esas tareas organizativas, Samper puede ser una de las mejores noticias para Las Palmas en estos tiempos tan sombríos que corren en lo colectivo. El barcelonés puede convertirse en la respuesta a los problemas de los amarillos en la medular, siendo el encuentro ante el Deportivo de la Coruña una buena prueba para comprobarlo.
Sin embargo, no será fácil. El ‘6’ tiene una misión complicada y tendrán que pasar unas cuantas jornadas para que pueda encontrar todo el ritmo competitivo que la falta. La paciencia que pueda tener Ayestarán será clave a la hora de convertir al pivote en esa pieza que todavía Las Palmas no ha encontrado, pero es evidente que, por sus cualidades, es el futbolista más indicado para llevar el peso estructural del juego isleño.
El chico quiere una oportunidad y esta UD necesita un cerebro que haga carburar de una vez por todas su centro del campo.
