CONTRACRÓNICA | El futbolista de San Cristóbal cuajó su mejor partido desde que regresase a la isla siendo determinante en la primera victoria de la era Ayestarán. El internacional español se mostró cómodo, con ganas y, sobre todo, con esa chispa de más que le había faltado en otros encuentros.
La moto ya camina. El motor se encendió por fin. La velocidad a disposición del fútbol. La chispa al servio de Ayestarán. Vitolo vio la luz en Riazor, apareció en su mejor versión por primera vez en toda la temporada y la UD Las Palmas lo notó. El de San Cristóbal fue determinante en la victoria amarilla, apareciendo en dos de los tres goles y dejando claro que el genio que le acompaña no le ha abandonado ni mucho menos.
Cierto es que todo se ha magnificado alrededor de su figura; desde que se anunciara su fichaje por el conjunto grancanario ha estado vigilado con lupa por todo lo que implicaba su regreso y el momento en el que se producía. El ’20’ aterrizaba en el universo amarillo en el mejor momento de su carrera (siendo internacional absoluto) y con la UD en Primera, una cuestión que le hizo tener muchos ojos mirándole muy de cerca.
Quizás, las ganas por agradar y por ayudar al equipo desde el primer minuto no le hicieron ningún bien. No estaba cómodo y la mala racha del equipo no le ayudaba demasiado a desarrollar todo su fútbol. Además, las lesiones le hicieron perder una continuidad que realmente necesitaba para encontrarse a sí mismo vestido de amarillo, acabando por dejarle tocado y sin poder aportar lo que deseaba.
Pero en Riazor algo cambió. En la cabeza de Vitolo se oyó un pequeño click que le ha hecho desarrollar su mejor partido colaborando con cabalgadas, regates, conexiones con Jonathan Viera decisivas y emitiendo unas sensaciones muy buenas. El ex del Sevilla se soltó la melena con mucha soltura, desquitándose de todos los fantasmas que lo han perseguido prácticamente desde el inicio de LaLiga en el mes de agosto.
Cuando los rumores situaban al extremo en Las Palmas muchos pensaron que todo sería un sueño fabricado por Berlanga que se iba a parecer bastante a esa obra maestra que es ‘Bienvenido Míster Marshall’. Por momentos, la presencia del internacional español se llegó a parecer bastante a la cinta del director valenciano, pero el mejor Vitolo todavía está tiempo de volver a brillar vestido con el escudo de sus amores y, de momento, ya ha empezado su remontada con un gran partido copero.