El Hundimiento

Foto: LaLiga

La UD Las Palmas, con Pako Ayestarán al frente, sigue hundiéndose sin tocar fondo. La imagen de los amarillos en su propio estadio y ante un equipo que venía con un resultado muy en contra fue bastante fea. 

¿Hasta cuándo? Esa puede ser la pregunta que muchos se harán sobre la idoneidad o no de la continuidad de un Pako Ayestarán que sigue sin dar con la tecla y que mantiene con fuerza una ardua pelea por seguir perdiendo partidos. El entrenador vasco habla, explica e intenta razonar que sus chicos siguen mejorando con el paso de las semanas, que se centra en el día a día y que la palabra trabajo es la primer que se encuentra al abrir su diccionario particular. Eso sí, la realidad refleja quizás otra cosa.

Las Palmas no reafirma lo bueno que hizo en Anoeta como deseaba el propio Ayestarán, sino que confirma que el entrenador continúa jugando al quién es quién con su plantilla y que sin Viera esta UD es, claramente, peor equipo. Los problemas que tiene este equipo empieza a convertirse en una enfermedad que no termina de curarse del todo y, es evidente, que con el de Beasáin al frente de las operaciones no se está consiguiendo revertir los síntomas de una crisis que sigue alargándose en el tiempo.

Parece increíble pensar que después de 9 partidos nadie se haya dado cuenta que el preparador guipuzcoano no está capacitado para llevar este coche. Ha tenido tiempo para inculcar sus ideas, para imponer su criterio sobre la plantilla y para llegar a convencer a los jugadores con su discurso. Sin embargo, eso no ha ocurrido. Los brotes verdes se marchitaron desde el primer momento y todo lo bueno que ha hecho Las Palmas con Pako en el banquillo ha sido un espejismo. Ni más, ni menos.

Rueda de prensa tras rueda de prensa, el discurso de Ayestarán no varía como tampoco varía la imagen del equipo sobre el césped. Ante el Deportivo de la Coruña la UD jugó otra vez apática, sin demasiado chispa y con Hernán Toledo como único verso libre. Los amarillos le dieron vida a los gallegos hasta el punto de que la eliminatoria quedó viva; los de Cristóbal Parralo llegaban con un resultado muy complicado y Las Palmas los invitó a venirse arriba para sufrir durante muchos tramos de la segunda mitad.

¿Qué más se puede decir? ¿Qué más se puede analizar? ¿Qué motivos faltan para decidir que Pako Ayestarán no está consiguiendo sacar al equipo del bache y que no lo conseguirá? Cualquiera puede darse cuenta que el vasco no puede con esto. Derrota tras derrota la afición sigue sumando enfado mientras el equipo de su corazón se hunde y sigue dejando una imagen bastante pobre. Esta noche se entonó el «Pako vete ya» al final del choque y el hartazgo empieza a alcanzar un límite demasiado alto.

Sin jugar a ser adivino, el próximo domingo visita el Estadio de Gran Canaria un Quique Setién que, de conseguir una victoria, saldrá del recinto de Siete Palmas ovacionado. Si eso llega a ocurrir podría decirse que la UD Las Palmas habría completado un hundimiento deportivo en el que Ayestarán es uno de los principales culpables.

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