La UD logró un punto milagroso ante el Espanyol en un partido donde Hernán Toledo se disfrazó del Señor Lobo para resolver un problema de difícil solución. El extremo argentino revivió a los amarillos en el momento justo para darle, incluso, una oportunidad de llevarse los tres puntos que se fue al limbo.
‘Malumazo’ en el Gran Canaria. Hernán Toledo provocó la catarsis amarilla. El extremo argentino salió al terreno de juego con todo perdido y en apenas unos diez minutos fue capaz de contagiar a toda la UD gracias a un gol que lleva su sello en forma de asistencia. El ex de Lanús correteó con el alma, le puso corazón a un choque que estaba muerto y le dio a Las Palmas la chispa necesaria para sobrevivir ante el Espanyol.
Lo cierto es que los amarillos no encontraban soluciones y una mala primera parte hacia vislumbrar un final que se ha repetido como un disco rallado esta temporada. La derrota se mascaba en el horizonte y la afición ya había mostrado su descontento a base de pitos cuando el equipo abandonó el terreno de juego en el descanso. La apatía se contagió y, aunque los grancanarios tenía la pelota, no eran capaces de generar con peligro.
Por esa razón Paquito tiró la casa por la ventana e introdujo sobre el verde al héroe de esta noche de domingo. Toledo apareció en el rectángulo de juego en el minuto 79 y fue capaz de cambiar el destino de Las Palmas en menos de un minuto. Con varios regates el argentino desestabilizó a la defensa perica y le puso un buen centro a Rèmy para que el francés recortase. Y a partir de ahí, todo cambió.
La UD se vino arriba y tiro de coraje para remontar el encuentro. El asedio a la portería de Pau López iba a ser constante hasta el final del choque y el convencimiento de los jugadores amarillos hizo el resto. Hernán Toledo, o Maluma como le conocen en el vestuario, encendió la llama de una remontada que se consumó desde la cabeza de un Calleri que consiguió registrar un pequeño seísmo en la zona de Siete Palmas.
De hecho, un cabezazo de Rémy que se estrelló en el travesaño y un penalti errado por Jonathan Viera con el tiempo de descuento ya cumplido estuvieron muy cerca de convertir el punto de los grancanarios en tres, pero la suerte le dio la espalda a Las Palmas en el momento más inoportuno y la felicidad se quedó a medias. Los insulares llegaron tarde cuando todo se les puso de cara para ganar.
Con los canarios a punto de caer, Toledo salió al rescate como si del Señor Lobo se tratase. El de Santa Fe solucionó el problema en el que Las Palmas se había metido y logró salvar la papeleta en una noche que parecía abocada al fracaso. Después de muchas historias dentro de una misma, la UD salió airosa de una situación complicada gracias al empuje de un menudo extremo argentino que resolvió el dilema amarillo.
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