El técnico grancanario charló anoche en ‘El Larguero’ de la Cadena SER y explicó que si el todavía jugador del Stoke City está dispuesto a darlo todo por Las Palmas podría tener un hueco en el equipo amarillo.
El nombre de Jesé Rodríguez vuelve a escena. El idilio entre el extremo grancanario y la UD vuelve a resurgir. Unas semanas después de que el rumor sobre su posible regreso saliese a la luz, Paco Jémez se ha sumado al culebrón y ha querido abrirle la puerta del conjunto amarillo al futbolista del Stoke, pero no de cualquier manera. El entrenador nacido en Gran Canaria dejó claro en ‘El Larguero‘ de la Cadena SER que no le importaría tener en su plantilla a Jesé siempre y cuando vaya a dejarse el alma por Las Palmas.
De esa manera, señaló que antes de llevar a cabo su fichaje tendrá que sentarse junto al futbolista para «mirarlo a la cara y decirle tres cosas. Si yo me juego los huevos para que él venga, quiero que él también se los juegue y se comprometa con este proyecto. No me vale un Jesé que no sea el que yo espero. Las Palmas no puede permitirse el lujo de tener un jugador como Jesé. Si hacemos el esfuerzo de traerlo es para que nos dé el salto de calidad que ahora mismo necesita el equipo».
En ese sentido, una cuestión que Jémez quiso recalcar es que en este momento el equipo necesita «compromiso al 200% para salir adelante», una cuestión por la cual no le vale que Jesé venga para «darnos un 40%». Y aunque señaló que su contratación está todavía en el aire, no dudó a la hora de afirmar que el extremo llegará a la UD si «él quiere y si Las Palmas puede llevar a cabo esta operación, pero me tengo que sentar con él y tengo que estar convencido de que es el Jesé que yo quiero para el equipo».
Lo que está claro es que el culebrón Jesé Rodríguez ha vuelto a abrirse como un melón y se están dando muchos condicionantes para que la UD Las Palmas lo vuelva a intentar con el grancanario. Aun así, es evidente que para que se produzca esta segunda oportunidad el futbolista tendrá que convencer a un Paco Jémez que sigue dejando claro que no se casa con nadie se llame como se llame. Las cartas están sobre la mesa.