Las Palmas y Athletic jugarán este viernes en San Mamés uno de los partidos más importantes de la temporada. El enfrentamiento quedará en el campo para dar paso al hermanamiento entre dos aficiones unidas.
El fútbol vive momentos de inquietud. Las dinámicas de comportamiento social han desembocado en formas de sentir el deporte ciertamente cuestionables. La rivalidad entre aficiones se ha convertido en una tradición desvirtuada y manipulada. Los grupos humanos empezaron a reunirse en torno al fútbol para el disfrute acorde al formato decimonónico impulsado desde Inglaterra.
Ahora, el sentimiento de pertenencia de los clubes contemporáneos encierra a las hinchadas en burbujas que propician la violencia. Sin embargo, hay aficiones que prefieren dejar los enfrentamientos en el terreno de juego y entrar en comunión. Existen, por tanto, iniciativas que invitan al optimismo. Una de ellas toca de cerca a la UD.
Este viernes se vivirá un ambiente de gala en Bilbao antes, durante y después del encuentro ante el Athletic. Cientos de personas se congregarán en distintas zonas de Bilbao a partir de las 17:30; otras, incluso, lo harán a mediodía para comer. El plan es quedar en la Plaza Unamuno, ubicada en pleno centro del Casco Viejo de Bilbao.
Desde allí, a partir de las 13:00, recorrerán la zona antigua de la ciudad para degustar distintos tipos de pinchos. Cualquier excusa es buena para comer y hablar de fútbol. Txistorra, bonito de cebolla o el habitual jamón ibérico formarán parte del menú. Luego será cuando se reúnan todos los demás y poco después se producirá un intercambio de bufandas con su correspondiente brindis.
La idea es obra de Mikel Bueno, una de esas personas que confían en el poder del fútbol como vehículo transmisor de valores. Estudiante de 2º de Bachillerato en Bulgaria, es bilbaíno de nacimiento. Su relación con Las Palmas empezó desde pequeño. Poco a poco se fue enamorando del conjunto grancanario hasta que en 2015, año del ascenso, decidió conjugar sus dos pasiones: el Athletic y la UD.
Aficiones unidas, historias cruzadas
El regreso de la entidad canaria a Primera División suponía la oportunidad de volver a pisar estadios míticos. San Mamés, como no podía ser de otro modo, es uno de ellos. En sus alrededores se darán cita este viernes varios grupos de animación de ambos equipos. La peña Germán Dévora representará a la afición insular, además de aquellas personas que quieran sumarse a la quedada.
El objetivo, el hermanamiento entre aficiones. Debe de ser el destino que varios de los momentos más recordados en la historia de ambos conjuntos han tenido de por medio al otro como protagonista. Los leones ganaron la séptima de sus ocho ligas en el Estadio Insular. En Gran Canaria todavía recuerdan la retirada de Juan Carlos Valerón en un partido frente al Athletic. Ese, precisamente, fue el día en que se celebró el primer encuentro entre aficiones.
Está previsto que se desplacen en torno a 200 aficionados desde la isla a tierras vascas. Algunos repetirán experiencia, mientras que otros vivirán por primera vez la sensación de vibrar en uno de los templos del fútbol nacional. La ciudad se teñirá de amarillo, pero allí no tienen ningún problema: “La gente me vitorea y me dice ‘pío pío’ cuando me ve por la calle con la camiseta. La de la UD es la afición más querida aquí”, cuenta Mikel.
Tanto para él como para el resto de organizadores no existen intereses personales. No quieren medallas o protagonismos que vayan más allá del viernes. No es el mejor día para disfrutar de un partido, pero lo que es seguro es que el hermanamiento y las buenas energías lucirán para dar ejemplo en tiempos convulsos. Es por ello que resulta importante visibilizar la esperanza. Larga vida a la confraternidad y a la armonía en el fútbol.