Benito pide paso

Foto: Gabriel Jiménez


El extremo de La Aldea viene haciendo méritos para tener una oportunidad en el primer equipo antes de que acabe el curso. Paco Jémez, quien ha seguido de cerca la evolución del filial desde su llegada, no le pierde de vista. 

Un mirlo está cerca de alcanzar el punto de ebullición. La puerta del primer equipo está entreabierta y un rápido extremo trabaja con la intención de colarse en ella. Para Benito Ramírez el camino entre la cantera de la UD Las Palmas y el primer equipo no es nada nuevo; el extremo de La Aldea ya lo ha recorrido en varias ocasiones y sabe cómo llegar hasta la meta, aunque hasta el momento no ha terminado de quedarse.

Su irrupción con los mayores ha sido a cuenta gotas. Ha estado presente en varias pretemporadas, ha jugado algún partido oficial con la camiseta amarilla y ha formado parte de entrenamientos, pero en ningún entrenador ha sido capaz de apostar claramente por sus servicios en detrimento de algún fichaje. No obstante, esta temporada Benito ha dado un paso al frente en cuanto a madurez que le ha hecho subir un escalón.


Esa mejoría viene desde un punto de responsabilidad. La mala marcha del filial y la llegada de Juan Manuel Rodríguez le obligaron a reconvertirse, a trabajar mucho más atrás y transformarse en un referente para el equipo. Actuando como carrilero su importancia en el juego ha crecido y ha terminado por convertirse en una de las piezas básicas de la resurrección de una UD Las Palmas Atlético que está viendo la luz.

Además, el hecho de jugar en una categoría como la Segunda División B también le ha ayudado a crecer ya que, en muchas ocasiones, es una competición en la que los futbolistas jóvenes tienen que aprender a base de golpes. Y todo ese conjunto de cuestiones que ha tenido que vivir este año son las que han hecho de Benito un jugador con mucho más hecho y más preparado para dar terminar de romper el cascarón.

Lo cierto es que el jugar en el primer equipo está caro y la competencia es grande, pero el extremo amarillo se ha ganado que le tengan en cuenta. Paco Jémez le ha visto y es notable que le agrada, básicamente, porque si no fuera así no se lo habría llevado a Balaídos. El técnico grancanario es muy meticuloso y si un canterano se gana un sitio en con los grandes no es ninguna casualidad, más bien todo lo contrario.

Ahora le tocará esperar y tendrá que aguardar su momento como ya hicieron otros muchos antes. La paciencia y el trabajo le ayudarán a recorrer otra vez ese camino que ya conoce, aunque es evidente que ya merece una oportunidad de demostrar que está listo. Hasta entonces Benito Ramírez seguirá a la espera de ser bendecido.