Este domingo 18 de marzo se cumplen 365 días desde que Quique Setién anunciase que no renovaría su contrato y se marcharía de la UD Las Palmas al finalizar la pasada temporada. Una decisión de la que no se ha sabido levantar la entidad amarilla.
Quién podría pensar lo que puede cambiar un club de un año para otro. El 18 de marzo de 2017, hace exactamente un año, Quique Setién anunciaba que no continuaría al frente del banquillo de la UD Las Palmas al finalizar la temporada. Desde que se produjo ese anuncio, travesía por el desierto y colección de desilusiones en el equipo amarillo.
Y es que la entidad grancanaria no ha sabido reponerse a la marcha del que fue el arquitecto del éxito amarillo en las dos temporadas anteriores en Primera División. Todo comenzó a venirse abajo desde el día en que se anunció su marcha, la mañana siguiente de vencer al Villarreal en Gran Canaria y con el equipo virtualmente salvado. Desde entonces y hasta el final de la pasada temporada, sólo una victoria ante el Betis y un empate ante el Alavés. El resto, derrotas y goleadas.
Se puso punto y final a la etapa de Setién en el banquillo amarillo y, desde entonces, la UD ha navegado sin rumbo. Ha llegado a un acuerdo con cinco entrenadores, de los que tres se han sentado en el banquillo a los que hay que sumar Paquito Ortiz, quien estuvo al mando durante cuatro encuentros como técnico interino.
Una sombra alargada
El primer elegido, Roberto De Zerbi, acabó declinando entrenar al conjunto grancanario pese a tener el acuerdo cerrado y llevar semanas trabajando en la confección de la plantilla. Como medida de urgencia y ante la proximidad del inicio de la pretemporada, el club dio la alternativa al técnico del filial, Manolo Márquez, quien acabó dimitiendo tras seis partidos en los que cosechó dos victorias y cuatro derrotas. Entonces la UD eligió a Pako Ayestarán, en una de las peores decisiones que se recuerdan en los últimos años. Con el técnico vasco, un punto de 21 posibles, un equipo a la deriva como colista y un pase agónico en Copa ante el Deportivo como único éxito.
Con la destitución de Ayestarán tomó el relevo Paquito Ortiz de forma interina mientras buscaba nuevo técnico. Paco Jémez fue el primer elegido, pero el técnico nacido en Gran Canaria respondió que pasaría las vacaciones con su familia tras un año en México y que no podía hacerse cargo de manera inmediata. La UD se puso manos a la obra en la alternativa y llegó a un acuerdo con el argentino Jorge Almirón. Sin embargo, el subcampeón de la Copa Libertadores no cumplía con los requisitos para validar el título en Europa y, tras varias semanas de consultas y trámites burocráticos, finalmente ambas partes acabaron por decidir no unir sus caminos.
La UD volvió a recurrir a Paco Jémez y, esta vez sí, el actual técnico del equipo amarillo asumió el mando con el reto de hacer historia, ya que ningún equipo se ha salvado sumando tan pocos puntos en la primera vuelta. En esa lucha permanece el equipo grancanario.
Sólo 6 victorias desde el anuncio de su marcha
En total, desde que se anunciase la marcha de Quique Setién la UD Las Palmas ha logrado sólo seis victorias ligueras. Una con el propio técnico cántabro la pasada temporada y dos con Márquez, otras tantas con Jémez y una con Paquito Ortiz en la presente. En 39 encuentros ligueros desde el anuncio de aquella decisión, la UD sólo ha sumado 25 puntos, números que explican por sí solos el nefasto tramo final de campeonato de la pasada campaña y que en la presente el equipo amarillo lleve dos tercios de campeonato en puestos de descenso.
Han pasado 365 días desde que se hiciera público un divorcio en el que parecía el binomio perfecto. Desavenencias por la planificación deportiva y la idea de proyecto que no lograron siquiera acercar posturas. Hoy, un año después, la UD Las Palmas es seria candidata a regresar a Segunda División, mientras que Quique Setién, al mando del Real Betis, ocupa la octava posición con más del doble de puntos que la UD, se lleva muchos de los elogios que recibía no hace mucho el equipo amarillo y, además, se encuentra a sólo dos puntos del Sevilla, en la que se promete una intensa lucha por colarse en puestos europeos. 365 días desde la decisión que lo cambió todo.
