El delantero croata y el delantero argentino, que se han proclamado recientemente campeones de la Superliga griega con el AEK de Atenas, han conseguido unas cifras goleadoras que se acercan mucho a la que lleva toda la plantilla amarilla esta temporada en Primera División.
Con el annus horribilis de la UD Las Palmas a punto de terminar y con el descenso consumado, los números negativos empiezan a verse con otra perspectiva. Las cuentas que se hacen con la estadística dejan entrever muchas de las causas del descenso. En ese sentido, de los muchos datos que acumulan los amarillos, uno de los que más brilla por la coincidencia es la cifra goleadora que ha anotado esta temporada 2017/2018.
Los pobres 22 goles anotados por los insulares son dignos de un equipo descendido, pero el problema llega cuando los comparamos con los que han conseguido dos cedidos como Marko Livaja y Sergio Araujo. Los dos jugadores, que en la tarde de ayer se proclamaron campeones en Grecia, tienen unos números que podrían sonrojar un tanto a lo que ha conseguido el equipo de Paco Jémez a estas alturas de competición.
Entre el argentino y el croata suman unos 18 goles en la Superliga griega, tan solo 4 menos que los que ha anotado toda la UD durante este curso en LaLiga. De ese modo, dos de los futbolistas de los que se desprendieron los insulares en verano han estado viendo portería casi todas las semanas mientras que en el Estadio de Gran Canaria apenas se han cantado goles durante esta campaña para desgracia del aficionado.
Aunque las comparaciones son odiosas, es evidente que esta muestra refleja mucho de los aspectos en los que el club amarillo se ha equivocado. Una de ellas es la política de fichajes ya que, tras la salida de estos dos jugadores, no se les encontraron sustitutos que mejorasen lo que ya había y, además, se dejó escapar a Rémy así como no se le puso freno a la salida de un Kevin-Prince Boateng que voló hasta Alemania.