El conjunto azulón cuenta con numerosas bajas para su visita de este domingo a la isla y Bordalás tendrá que hacer malabares para confeccionar un once con el que su equipo pueda seguir peleando por jugar en Europa el próximo curso.
La enfermería del Getafe está llena y el banquillo de los sancionados también. El cuadro madrileño va a tener que pelear contra las lesiones en este tramo final de competición. Con el objetivo de competir en Europa al alcance de su mano y con la visita al Estadio de Gran Canaria en el horizonte, el conjunto que dirige Pepe Bordalás tendrá que buscar bastantes alternativas para poder presentar un equipo competitivo.
En ese sentido, las bajas por lesión han atacado a Arambarri, Olivera, Flamini, Pacheco, Bergara, Cabrera y el jugador cedido por la UD Las Palmas, Loïc Rèmy. De estos jugadores, sólo Pacheco apunta a llegar para la cita del fin de semana ante los amarillos aunque la duda sobre su reaparición es una cuestión que habrá que valorar a lo largo de esta semana por los médicos del cuadro del sur de Madrid.
Asimismo, los sancionados son Molinero, Fajr, Bruno, Mora y un Damián Suárez que vio este pasado fin de semana una tarjeta roja en el partido que enfrentó al Geta con el Girona por un forcejeo en el área con su compatriota Stuani.
De este modo, al Getafe le quedan disponibles 3 porteros y 8 jugadores de campo. Sin embargo, aún con esa plantilla tan corta, los madrileños podría conformar un once bastante interesante y competitivo, ya que cuenta con hombres como el tinerfeño Ángel, Jorge Molina o los ex del Tenerife, Amath y Gaku. A pesar de ello, el problema lo van a tener en la defensa, ya que sólo tienen disponibles a Antunes y Djené.
De hecho, el propio Bordalás bromeaba en sala de prensa cuando señalaba que, si hiciese falta, saltaría al césped para ayudar a sus futbolistas vestido de corto. Aunque el técnico ha querido quitarle hierro al asunto, lo cierto es que va a tener que darle un par de vueltas a su plantilla y a su filial para ver cómo completa el once que presentará en el Estadio de Gran Canaria para medirse a una UD Las Palmas ya descendida.