El conjunto dirigido por Joseba Etxeberria empató ante el Cádiz en el Ramón de Carranza y dijo adiós de forma matemática a sus opciones de conseguir un sitio en los Playoff por el ascenso, una circunstancia que confirma el duelo regional.
Con la UD Las Palmas descendida sólo un aliciente cambia un poco la perspectiva: El Derbi Canario. El duelo que enfrenta al CD Tenerife con el cuadro amarillo hace un tanto más ameno, aunque no demasiado, el hecho de haber perdido la categoría y, en la tarde de ayer, se terminó de confirmar que el duelo con más en juego que se pueda disfrutar en las Islas Canarias va a regresar volviendo a poner un poco más de color al fútbol regional.
Los tinerfeños, que todavía tenían algunas opciones de encontrar acomodo en los Playoff por el ascenso a Primera División, empataron ante el Cádiz y dijeron adiós a sus opciones. El equipo dirigido magistralmente por Joseba Etxeberria no pudo concretar sus últimas cábalas después de una segunda vuelta bastante mejor que la primera y tendrán que volver a competir el curso que viene en la categoría de plata junto a la UD.
De esa manera, certificaron los blanquiazules su presencia una campaña más en Segunda División y su esperado duelo ante Las Palmas. Después de tres temporadas viviendo enfrentamientos descafeinados en verano gracias a la Copa Mahou y que poco han tenido que ver con lo que realmente es un partido entre estos dos conjuntos, el morbo volverá a estar servido ya con tres puntos en juego además de, evidentemente, un poco de honor.
Un 1 de marzo de 2015 fue la última vez que la UD y el Tenerife se vieron las caras de forma oficial. Aquella mañana de domingo acabó con un empate a uno tras un partido tenso en el que hubo algún supuesto altercado desagradable que ojalá no vuelva a repetirse ahora que el destino ha querido volver a cruzar los caminos de ambos clubes.
