El central grancanario señaló directamente en el día de su presentación como jugador de la UD Las Palmas que se equivocó a la hora de seleccionar los tiempos con los que se marchó al Córdoba y pide disculpas a la afición. Además, comentó que su objetivo es ganarse el respeto de nuevo en el campo y espera sacarse esa espinita clavada con la que ser marchó de la isla.
El factor para regresar. «Era el momento de sumar y ayudar, de enmendar lo que pasó conmigo. Renuncio a jugar con el Valladolid en Primera. Los comienzos conmigo no va a ser fácil, pero estoy tranquilo y con mi trabajo voy a convencer a la gente. Entiendo a la gente. Llevo 12 ó 13 días en la isla trabajando a tope para empezar de la mejor manera».
El hecho de marcharse al Córdoba. «Tengo que convencer a la gente y después al entrenador para que me ponga los domingos. Los tiempos no fueron los correctos cuando me marché, pero era un jugador sin contrato y el Córdoba me ofreció el fichar con ellos y en 15 días empezaba la pretemporada. Tomé la decisión que tomé, pero pido perdón. Sé que empiezo por debajo del resto y estoy mentalizado. Estoy preparadísimo para empezar el sábado y no me ha importado quedarme sin vacaciones».
Su salida al Córdoba fue un momento complicado. «Evidentemente fue un momento muy complicado, junto a la lesión última, el más difícil. El Córdoba no iba a esperar más por mí y tanto para mí como para mi familia fueron días de reflexionar mucho. Viví tres años espectaculares allí, pero esta es mi casa y sentía la responsabilidad de regresar».
Una deuda con la afición. «Tengo a toda mi familia y amigos aquí. Era el momento de volver y estar con los míos. Estoy en deuda con la gente, con la afición de la UD Las Palmas. Tenía una espinita clavada y esta temporada se ha dado el regreso. El Valladolid me ha puesto todas las facilidades y ahora me toca sumar aquí».
Se ganará a la afición el campo. «La gente va a valorar mi trabajo en el campo. Durante mi carrera he estado orgulloso de mi profesionalidad y mi compañerismo. Siempre he tenido que trabajar como uno más. Para mí no es un paso atrás, sino un orgullo el volver a defender la camiseta de la UD Las Palmas para intentar devolver al equipo a Primera División».
La competencia en el puesto de central. «Mejor. Todo lo que venga y lo que esté para sumar el objetivo, perfecto. Estamos todos para trabajar. El entrenador nos tiene que conocer a todos. La Segunda División es muy larga, puedes pasar del campo a la grada y de la grada al banquillo, y el objetivo es que todos sumen».».
¿Un capitán sin brazalete? «Al final, en todos los equipos que he ido he acabado siendo uno de los capitanes, pero aquí tenemos a David García. Evidentemente, él es el líder. Nunca he necesitado un brazalete para ayudar y sumar. Siempre he intentado ayudar en todo lo que he podido porte o no el brazalete».
La competencia de LaLiga 1|2|3. «La competición va a ser durísima. Los puntos del Playoff han subido para jugarlo. El Valladolid se metió en la última jornada y la Segunda es una de las ligas más igualadas de toda Europa».
Concentrados para soportar los altibajos. «Lo importante es tener una regularidad. Nunca sabes cuándo vas a tener ese tirón hacia arriba. Todos los equipos de Segunda División tienen una racha mala donde no se consigue puntuar y es ahí donde se tiene que ver el grupo que somos, lo unidos que podemos llegar a estar».
Se ve capaz de soportar todo el ruido de las redes sociales. «Una de las consecuencias de estar en el equipo de tu tierra hace que todo te llegue. Seguramente, he llegado a leer más de la cuenta. Les he pedido a mis allegados que no atosiguen con eso. Lo tenía claro, pero estoy fuerte y mentalizado para darle la vuelta a eso».
Su relación con Ramírez. «Lo dije y lo pensaba, si no, no lo hubiese dicho. Pero las cosas cambian y se ha dado todo para que volviera. Sé que se me relaciona con el presi y sé que se me va a relacionar con él. Ahora tengo 20 partidos en Primera, más de 150 en Segunda y ni el entrenador ni el presidente eran familiares míos cuando he jugado fuera de la isla y siempre he jugado. Tengo la personalidad suficiente como para aguantarlo».
Preparado para lo que le viene. «Estoy preparadísimo. Tengo la cercanía de los míos y el calor de mi gente».
