Después de 7 días de preparación en Maspalomas con dos amistosos en las piernas y varios entrenamientos de alta carga física, el equipo de Manolo Jiménez afronta el segundo tramo de pretemporada con el derbi en el horizonte.
La UD Las Palmas camina sin pausa y sin prisa para llegar a ese 18 de agosto en las mejores condiciones. El conjunto amarillo buscará esta temporada regresar a Primera y para ello está trabajando desde ya en una puesta a punto que esta semana alcanza su segundo tramo. Tras concentrarse en el sur y después de entrenamientos en los que la importancia ha estado en lo físico, ahora tocará seguir sumando en lo táctico.
Para ello, Manolo Jiménez contará con 5 días en los que va a poder seguir insistiendo en cuestiones que ya se han dejado ver en los primeros partidos: fútbol más directo, llegadas al área desde las bandas y contundencia defensiva. Sin embargo, a la hora de poner en práctica este tipo de aspectos, el técnico sevillano va a tener como referencia un choque de fuego casi real ante un CD Tenerife que va a ser un examen mucho más exigente.
Una vez se han dejado atrás los dos primeros amistosos ante la selección del sur y el filial, la UD tiene ante sí una de las primeras pruebas de calidad con las que testar su nivel y con la que se va a poder comprobar en qué punto de avance se encuentra el proyecto amarillo. Teniendo en cuenta que tampoco va a ser algo definitivo, sí que es una buena manera de comprobar automatismos y el estado de algunas piezas de la plantilla.
Los hombres de Joseba Exteberria lo pondrán todo de su parte para intentar llevarse una Copa Mahou que ya perdieron la temporada pasada y que, de conquistarla, sumarían ese ánimo extra para afrontar la temporada, algo que también le sucedería a la UD. En pleno debut de Rubén Castro, Las Palmas se planta ante su primera prueba.
