El técnico amarillo no dudó en recalcar tras el partido en Tunte ante la Selección de San Bartolomé de Tirajana que no importa demasiado el tipo de juego que desarrollen sus pupilos durante esta temporada, destacando que es más importante el conseguir victorias para poder pelear por el ascenso a Primera.
Primer partido y primera declaración de intenciones: Manolo Jiménez no va a comerse la cabeza con el estilo de juego que despliegue su equipo esta temporada. El técnico andaluz no se escondió y tampoco se mordió la lengua cuando le tocó hablar, dejando claro que lo que este club necesita es ganar partidos, sumar puntos y colocarse en los puestos de cabeza como principales bazas para afrontar la guerra por regresar a Primera División.
De ese modo, el del Arahal ha dejado en un segundo plano la filosofía que emplee para lograr el objetivo. No le resta importancia, pero sí que prefiere centrar su esfuerzo en conseguir victorias que afiancen su proyecto sobre una base de resultados. «Lo de los estilos lo considero una gran mentira. Una forma de vender humo. La UD tiene que ganar muchos partidos, y si jugamos un fútbol bonito, pues perfecto», sentenció el míster.
Estas declaraciones llegaron después del primer choque de pretemporada que disputaron sus pupilos en Tunte, donde ya se pudo notar que la verticalidad va a tener un peso más específico que el juego de toque que ha caracterizado a Las Palmas durante los últimos tiempos, sobre todo, con la llegada de un Quique Setién que sí instauró un fervor por la posesión que se intentó mantener sin demasiado éxito durante la campaña pasada.
Lo que está claro es que la UD está cambiando con Manolo Jiménez y el sevillano ya ha demostrado que es un ganador. No va a rechazar la posibilidad de jugar un buen fútbol, pero le da prioridad al hecho de sumar de tres en tres. El debate queda enterrado.