El mediocentro romano tomó la palabra tras abandonar la UD Las Palmas en una entrevista concedida al periódico La Provincia. En ella hizo un repaso a su etapa en la isla, dejando claro que con la salida del técnico catalán todo cambió y que el club perdió una gran oportunidad al desaprovechar todo el talento que tenía.
Sincero, directo y al grano. Alberto Aquilani ya no pertenece a la UD Las Palmas, pero su salida está todavía lo suficientemente abierta como para hablar con consecuencia. El centrocampista italiano ya se encuentra en su país y, desde su casa, atendió la llamada del periódico La Provincia para explicar sus vivencias en clave amarilla durante la única temporada que vistió la camiseta insular, dejando claro que no existe rencor con el club.
«Tenía un año más de contrato y nadie me habló de nada. Regresé a la isla y hablé con el entrenador porque hubo una posibilidad, pero todo el mundo me dejó claro que lo mejor era que saliese», comentó el transalpino. En ese sentido, destacó que va a sus 34 años va a seguir compitiendo porque se siente «bien y quiero jugar. Todavía tengo esa ilusión» a pesar de no tener ninguna oferta en firme ahora mismo sobre su mesa de sus agentes.
No obstante, no todo fueron palabras amables ya que Aquilani dio su punto de vista del desastre que llevó a la UD a Segunda. El romano relató que al principio, cuando estaba negociando su fichaje, le encantaba lo que veía de Las Palmas y se enamoró «del equipo. Mi representante y yo consideramos que era el sitio adecuado. Su juego se asimilaba al mío, pero la ilusión duró 30 días. Desde que se fue Manolo Márquez ya nada fue igual».
De hecho, el ex del Sassuolo explicó que con el preparador catalán estaba cómodo y que había encontrado continuidad, destacando que «Manolo Márquez fue el único que me dejó jugar. Tanto Márquez como Valerón fueron claros conmigo. Me dijeron lo que tenía que hacer. No querían nada especial, sólo orden y experiencia. Perdimos ante el Leganés, se fue Márquez y ya después no hubo más. Jugaba un partido y desaparecía diez».
Aun así, señaló que el entrenador barcelonés tuvo mano blanda con el vestuario, aunque también argumentó que, si el ya ex técnico amarillo llega a terminar la liga, hablarían de un final bastante distinto al que finalmente sucedió: «Si terminamos la competición con Manolo Márquez no hubiese sido peor de lo que se hizo. Estoy segurísimo».
Jémez, Paquito y un descenso «justo»
A la hora de hablar de otros entrenadores, Aquilani aclaró que con Paquito Ortiz no jugó por «una decisión suya» y que con Paco Jémez terminó de perder sus opciones de saltar al césped: «Llegó Jémez, juego ante el Valencia un buen partido de Copa, me ilusiono y soy descartado ante el Eibar. Me dejaron jugar ante el Madrid, pero no lo hice en los días importantes como ante el Levante o Alavés. Eran las finales. Pasa el tiempo y me sigue doliendo. Nunca jugué los claves. No tuve la posibilidad de cumplir para lo que vine. Me voy dolorido y me parece absurdo», resumió ampliamente el futbolista italiano.
Ya centrado en el descenso, el romano fue muy directo a la hora de afirmar que con «cuatro entrenadores y cuarenta jugadores, ¿usted qué cree que tenía que pasar? El descenso fue justo, fue lo correcto. Todo salió muy mal. Haciendo las cosas así no puedes militar en la mejor liga del mundo. No lo mereces. No es normal que vayas a por un entrenador dos días antes del inicio de la pretemporada. No es normal que en diciembre pasen cuatro entrenadores diferentes por un club. Eso son cuatro metodologías distintas, cuatro planes físicos con cuatro preparadores diferentes… Así es imposible».
Sin embargo, sí que desmintió mal ambiente en el vestuario y recalcó la calidad que tiene el jugador canario, dejando claro que la UD Las Palmas tenía «mucho talento. El canario tiene clase pero le falta un poco de disciplina. Había un talento enorme y no se supo aprovechar. En el vestuario no es como la gente piensa, esto no era un manicomio y no se hacía lo que uno quería. Para todo lo que pasó, reinó el compromiso y nos llevábamos bien. He estado en muchos vestuarios. Se han comentado cosas que no son ciertas».
