Dos amigos de alfarero

En su carrera deportiva siempre quedará grabada un momento mágico. Ambos se fundieron en un abrazo con lágrimas incluidas tras lograr el ascenso el 21 de junio de 2015. Entonces, cumplían un rol secundario en un equipo que supo transformar una pesadilla en una ilusión. Este sábado vendrán al Estadio de Gran Canaria – si Parralo lo considera oportuno – defendiendo los colores del Alcorcón. Dos amigos que, por un día, serán el rival a batir.

Cuando un canterano se marcha, siempre quedan en el pensamiento colectivo muchas dudas: qué podría haber pasado si se hubiese quedado, por qué no se le dio más confianza… Preguntas lógicas de un proyecto que vende jugadores formados en la casa. En este caso, los dos integrantes del Alcorcón, adversario que visita este fin de semana el Estadio de Gran Canaria, forman parte de una generación de futbolistas que salieron por la puerta de atrás tras jugar en Primera y que buscan retornar a la élite siendo meritorios en otros equipos.

El camino de Asdrúbal Padrón ha sido de lo más heterodoxo. El de Guanarteme, que vivió una experiencia única con una cesión de media temporada en Leganés que culminó en ascenso, decidió emprender rumbo a ligas exóticas para seguir su carrera. Emigró al Port FC tailandés, donde no pudo disfrutar del fútbol debido a una grave lesión. Desde ahí, se trasladó hasta Australia para militar en el Central Coast Mariners – club en el que actualmente juega Usain Bolt -, donde anotó dos goles en 11 partidos. La temporada pasada decidió volver a España, encontró hueco en el Alcorcón. 1 gol en 11 partidos fue su bagaje. Este año, el grancanario está sumido en el ostracismo y no ha sido convocado aún en partidos oficiales.

Lizoain, en busca de minutos

Especialmente curiosa fue la situación de Raúl Lizoain este verano. El club había planificado la temporada con dos canarios en la portería: él y Nauzet Pérez serían los guardianes del arco. Pero, durante la pretemporada, a Manolo Jiménez se le dio la oportunidad de incorporar al portero que él creía que debía liderar al equipo, y Raúl Fernández llegó para dejar sin sitio a Lizoain tras ocho años en el primer equipo.

Encontró acomodo en el Alcorcón – Raúl fue figura destacada el curso pasado ante el Deportivo de Cristóbal Parralo el año pasado en la Copa del Rey -, pero la portería alfarera tenía ya un nombre propio: un Dani Jiménez que solo ha concedido dos goles en siete partidos. La oportunidad le llegó al guardameta canario en la Copa del Rey, y no defraudó: sus paradas permitieron al equipo alfarero clasificarse para la siguiente ronda de la competición. Raúl, paciente, sigue buscando su sitio lejos de la UD.

Foto: eldiario.es










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