Sinopsis de un bache

Foto: La Liga

Las Palmas está metida en una pequeña crisis entre comillas de resultados y gol que les ha llevado a bajar algunos puestos en la tabla. Aun así, ¿dónde se vieron los primeros síntomas de estos tropiezos?

Que la UD está dentro de una crisis puede ser una afirmación cogida con pinzas pero que no deja de ser cierta. El equipo de Manolo Jiménez no está pasando un buen momento y eso se nota, sobre todo, en algunos tramos de partido en los que los amarillos no son capaces de sacar adelante sus intentos de dominar el partido con posesión real y ocasiones. Aun así ¿de dónde viene este mal bache amarillo?.

Puede que durante los primeros partidos la pegada de Rubén Castro no dejara ver del todo que, lo lógico, era que este equipo pasase por un proceso de adaptación lógica ya que hay que acoplar a muchísimos jugadores nuevos con un nuevo entrenador. En ese sentido, durante el partido ante el Albacete se pudo ver que los insulares no fueron capaces de cerrar una victoria a pesar de haberse adelantado.

En ese sentido, el empaque defensivo del equipo era otra de las principales cuestiones por las que se sostenía Las Palmas. Además, el buen tono de Raúl Fernández también ayudó a que el día de La Romareda hubiese partido antes del descanso, básicamente, porque también ha faltado algo de regularidad en algunos encuentros como éste precisamente ante el Real Zaragoza.

De ese modo, teniendo en cuenta que ante el Nàstic la expulsión dejó a los catalanes algo desnudaos durante el resto del choque, a la UD todavía le falta un partido redondo con el que, además, coger esa confianza que quizás ahora le falta.

Aun así, tras el partido ante el Málaga, donde ya se empezó a ver a que la pegada ya no tenía ese mismo vigor de las primeras semanas, fue cuando el centro del campo empezó a no estar tan preparado para generar las ocasiones pertinentes para los delanteros, algo que se corroboró en Gijón, ante el Alcorcón y en la segunda mitad del partido ante el Almería del pasado sábado.

Si bien es cierto que el arbitraje fue un condicionante importante durante el encuentro, los errores propios de los amarillos también les perjudicaron. Aunque, eso sí, todavía queda tiempo para poder reconducir esta situación ya que, quizás, lo único que le falta ahora mismo a Las Palmas es un poco de paciencia. En una competición como la Segunda División no hay que desesperarse.











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