Manolo Jiménez será otro de los ausentes el sábado en Elche por culpa de una tarjeta amarilla que vio con el encuentro ante el Deportivo ya finalizado, algo que quizás podría haber evitado para ahorrarse la sanción.
Que a la UD Las Palmas no le están saliendo las cosas como pretendía, es un hecho que se palpa en el ambiente. Con puntos que se escapan, un equipo que prefiere estar bien resguardado y al que le está faltando claridad para definir algunas ocasiones, la fiel pero directa tabla clasificatoria muestra un plantel que está por debajo de lo esperado. Eso implica que Manolo Jiménez tenga trabajo por delante, pero este sábado ante el Elche ayudará a los suyos desde la grada.
El técnico sevillano fue amonestado por el colegiado al término del partido ante el Dépor por, según recoge el acta, dirigirse al colegiado desaprobando reiteradamente sus decisiones. Esa acción le costó una amarilla, aunque como había visto otra anteriormente por un enfrentamiento verbal con Bernardo Tapia, César Soto Grado, árbitro del partido, lo acabó expulsando con el tiempo cumplido.
Ya en sala de prensa, un poco más en frío, el entrenador amarillo quiso justificarse y dio su versión de los hechos. El del Arahal explicó que al terminar el partido le preguntó al «árbitro que si es el penalti la única jugada que se puede lanzar una vez cumplido el tiempo. Me dijo que me callara, repetí la pregunta y me dijo que estaba expulsado». Sin embargo, el córner sí que estaba dentro de los cinco minutos que el trencilla había estipulado como tiempo añadido en la segunda mitad.
Sea como sea, igual la expulsión es un poco desafortunada por parte de un Jiménez que, sabiendo que ya estaba amonestado, tenía que haberse guardado un poco. Las Palmas lleva un mes bastante lejos de lo esperado y son ya muchas las voces críticas con sus planteamientos durante, sobre todo, sus últimos partidos.
Aun así, gusten más o menos sus ideas, lo que quizás no se comprende es su falta de cabeza fría cuando ya no se puede cambiar nada y ahora tendrá que pagarlo con un partido de sanción cuando la UD más lo necesita.
