El argentino pudo debutar por fin el pasado domingo en el derbi después de 10 meses de calvario y de problemas con su rodilla. Ahora que ya está recuperado debe de dar el siguiente paso y convertirse en una pieza más que interesante para un Herrera que le ha visto brillar en El Hornillo.
Se acabó. Punto y final. Gaby Peñalba ya ha vuelto a sentir lo que es ser futbolista y su nuevo debut con la camiseta de la UD Las Palmas se produjo, nada más y nada menos, que un derbi ante el CD Tenerife. Esta circunstancia abre la posibilidad de que el medio argentino sea un hombre importante para Paco Herrera en los próximos meses dado que lo que ha visto del ex de Cruz Azul en los entrenos de El Hornillo le han convencido para darle una oportunidad de ser parte del puzle amarillo.
El primer mensaje lo mandó de forma clara dejando a Javi Castellano en la grada para hacerle sitio al ‘Flaco‘. Aunque llevaba 10 meses parado, su recuperación había sido excelente en todos los sentidos y cada vez se fue encontrando mejor cuando comenzó a entrenar con el grupo. Su regreso llegó entre la salida de Jiménez y la llegada del ahora técnico insular, una cuestión que no le perjudicó porque empezaba de cero en todos los sentidos una vez recibida el alta médica para entrenar.
A partir de ahí, Peñalba se ha ido ganando un sitio en la cabeza de Herrera a base de un trabajo en la sombra que va obteniendo ciertos frutos. Antes de su desafortunada lesión, el de Quilmes dejó buenas sensaciones a las órdenes de Paco Jémez el curso pasado, unas sensaciones que tiene que recobrar ahora justo cuando a la UD le hacía falta una pieza más en el centro del campo tras la salida de Christian Rivera rumbo a Huesca en calidad de cedido de forma sorprendente.
Lo cierto es que el argentino puede aportar contundencia y salida de balón a una medular que en las últimas semanas no había estado fina, aunque ante el Tenerife mejoró. Ahora Timor, que el pasado domingo mejoró notablemente sus prestaciones, tendrá un poco más de competencia y eso supondrá un buen salto de calidad para el colectivo amarillo, algo que se comprobará mejor después de Navidad.
Todo queda entonces en manos de Paco Herrera y de un Peñalba que ha resurgido para sumar en esta temporada. A pesar del descenso, se quiso quedar y pelear con la lesión así como con el inconveniente de empezar mucho más tarde que el resto de sus compañeros, pero en los momentos duro prefirió creer en sí mismo y en las manos del refutado Doctor Orava para regresar a tiempo de darle a la UD una mejor versión de sí mismo, esa versión que prometía cuando llegó.
