Está siendo, por méritos propios, uno de los nombres que se salvan de la quema en esta temporada. La grada desea ver en acción a jugadores que tienen la portería rival entre veja y ceja, y ese es el caso del alemán. Pese a estar peleado con el gol – algo que reconoce que le tiene «bastante cabreado» -, siempre lo intenta y ofrece una marcha más que el resto. Blum ha hablado con La Provincia / Diario de Las Palmas ofreciendo una jugosa entrevista.
El extremo germano pasa revista. Y lo hace sin morderse la lengua: «Tenemos que pensar que cada partido es un título. Quedan 15 partidos, ¿no? Pues vamos a pelear cada partido como si fuera el último. Y quedan quince», señala optimista. «Si cuentas cuántos puntos podríamos conseguir en 15 partidos, los que hay en juego, salen 45, que son muchísimos. Así que, cabeza arriba y pensar en el objetivo, en la meta que tenemos todos en mente. Y a ponerlo sobre el campo, no vale con decirlo. Tenemos que pelear por el club, por la afición, por todas las personas de esta Isla increíble».
Y es que Danny Blum tiene claro que la receta para salir del bache pasa por cambiar la actitud: «El problema, creo, es que a veces si cometemos errores, si perdemos un balón, tendemos a agachar la cabeza, a llevarnos las manos a la cara… Y no es el camino, el camino es intentar volver a hacerlo, pero mejor y mejor. ¿De qué vale lamentarse?», explica el alemán.
Y un ejemplo que para Blum ilustra esta extraña situación que rodea a la UD es la anécdota de Fidel y Rubén con el vuelo de regreso de Madrid, algo que considera que «si se ganaran partidos, se hubiese tomado a risa». «¿Por qué se convirtió eso en algo tan grande? Fidel y Rubén perdieron el vuelo.. Alguien coge y hace una gran historia de una anécdota y llevamos una semana hablando de una gran historia que no lo fue», apunta.
El ‘4’ confía en que el equipo pueda cumplir el objetivo del año de la mano de Herrera, al que considera «un buen entrenador». Además, confiesa que no le desagradaría la idea de continuar un año más como amarillo – está cedido sin opción de compra -, aunque es algo que no depende de él: «Si se diera la opción, por supuesto que me gustaría».
Y es que estar tan lejos de su país ha significado para Blum una etapa de aprendizaje en muchas materias de la vida: «Estoy lejos de mi casa, de mi familia, de mis amigos de siempre, aprendiendo un poquito de español. También he aprendido a entender otro estilo de fútbol, otro estilo de vida. La verdad es que es una experiencia muy bonita», dice.
Por último, de todos es sabida su gran relación con Kevin Prince Boateng, con quien compartió vestuario en Frankfurt y al que ahora ve jugar en el Barcelona. Blum reconoce que mantienen el contacto: «Me dice que crea en el club y en mí. Me dijo que aquí aprendería, que me gustaría la experiencia y es verdad. En cuanto a su fichaje, claro que me sorprendió, porque fue a uno de los clubes más grandes del mundo como el Barcelona, pero es un persona que ha trabajado para ello. Es un gran tipo, aunque la gente piensa que es el típico malote. Le estoy muy agradecido por recomendarme venir a la UD Las Palmas«, sentencia.
