El futbolista tinerfeño llegó a la isla como uno de los fichajes estrella para luchar por el objetivo de ascender a Primera División. Sin embargo, su presencia en el equipo ha sido menor a lo que se esperaba en un primer momento.
Maikel Mesa es uno de los jugadores que cuenta con más apoyo por parte de la afición en la actual plantilla. El futbolista tinerfeño ha conectado con la afición amarilla como hacía tiempo que no se veía antes en un recién llegado. Su claridad al declarar su amor por la UD Las Palmas, a pesar de ser de la isla del eterno rival de los amarillos, le ha hecho ganarse la simpatía del respetable. Pero no solo por declaraciones o celebraciones es por lo que el jugador es querido. Su pundonor y entrega ha hecho de él un futbolista con el que se identifica el aficionado, pero que no ha terminado de convencer Pepe Mel en este final de curso. El entrenador madrileño había mostrado su confianza en el jugador tras dejarlo fuera para el encuentro ante el Real Oviedo hace unas semanas: «Mi confianza en él sigue intacta. A lo mejor no le viene mal ver el partido desde su casa y ver que es lo que necesita el equipo. Le quedan nueve partidos para demostrar que puede hacerlo y que es un futbolista muy importante para la UD». Sin embargo, siete encuentros después de estas palabras, la participación de Maikel Mesa con la UD ha sido testimonial.
El centrocampista amarillo ha disputado tan solo 38 minutos desde entonces, repartidos en dos encuentros en los que ha sido capaz de anotar un gol. Ya con la permanencia asegurada, habrá que esperar para ver si Pepe Mel decide darle minutos en estos últimos partidos, o si por el contrario, el ‘8’ de la UD continúa teniendo un rol secundario en sus planes.
