INTRAHISTORIA | Rocco Maiorino lanzó un órdago al Consejo de Administración de la UD Las Palmas durante la presente semana: «O Toni Otero o yo». Salió perdiendo en un contexto donde su ascendencia cada vez era menor.
En ocasiones la intuición te hace tomar decisiones desesperadas, o simplemente la estrategia te sale mal. Eso quedará para la conciencia y recuerdos de Rocco Maiorino, que lleva viviendo unos meses complejos en Gran Canaria.
Su final se produjo este sábado con la presentación de su dimisión, si bien lleva tiempo rumiando un movimiento para quitarse a Toni Otero de encima. Lanzó el órdago y se lo vieron.
La cada vez menor ascendencia de Rocco Maiorino en las decisiones deportivas del club, sumada a su nula relación con Toni Otero le llevaron a tomar una decisión sin salida: «O Toni o yo». Desde el club señalaron que no era el momento y Rocco, con valentía o ingenuidad, lanzó el órdago. La respuesta del club le adelantaría realmente su posición real en la entidad, desmejorada de manera constante.
Propuso fichajes y se lo denegaron. Propuso cambios en el banquillo y también. Su relación con Toni Otero cada vez fue a peor, tanto que muchos admiten cierta sorpresa en la «ronda de entrevistas» a distintos medios desde hace tres semanas. En muchas de sus respuestas dando demasiada información, algo que se entendió como un reto.
En una de ellas incluso indicaba que gracias a su trabajo el próximo año no habría problemas económicos, deslizando que los contratos firmados el pasado curso con Toni Otero como máximo responsable deportivo habían hipotecado las posibilidades de este curso.
Otero, en un segundo plano después del desastre de planificación del pasado curso, ha aceptado su rol secundario y de contraste a las decisiones de Rocco. El directivo italiano no se sentía cómodo con él, y durante la pasada semana llegó a su tope: presentaría un órdago, y si no salía su dimisión.
Dejó pasar el partido ante el Málaga y a primera hora del sábado presentó su dimisión a Miguel Ángel Ramírez. Era el último movimiento del pulso. Ramírez, poco dado a los mismos, aceptó el mismo. Rocco está fuera, Toni Otero se queda como secundario necesario y llegará Luis Helguera. Rocco ya es historia en un club que no deja de moverse a vaivenes y noticias sorprendentes.