La UD Las Palmas sumó su segundo partido sin encajar goles pero también sin hacerlo, dejando unas sensaciones más grises que tras cosechar el empate en Ponferrada. Álex Domínguez salvó, penalti incluido, a los amarillos, que pudieron adelantarse también desde los 11 metros pero Kirian se topó con el poste.
Repitió Mel de inicio el dibujo que tan buenas sensaciones dejó en Ponferrada, aunque cambió piezas en el once. Cedrés como carrilero para ocupar toda la banda, Kirian por Fabio y Rober acompañando en punta a Iemmello. No funcionó tan bien esta vez. Cedrés lo pasó mal en defensa y el equipo no lograba dominar el balón.
Siempre estuvo más cómodo sobre el campo el Alcorcón, que empezó avisando pronto por mediación de Marc Gual. Sólo con desmarques de Iemmello, con dejadas para Rober o Dani Castellano, lograba pisar área la UD. Sin embargo era el equipo de Anquela el que llevaba el peso del partido y algo más de iniciativa.
Y en una de esas acciones por banda, donde más peligro creaba, llegó un accidente que terminó en el punto de penalti. Marc Gual trataba de hacer un sombrero en el área a Athuman y el balón tocó su brazo de forma involuntaria. Con la norma actual, el penalti es claro.
Tomó Ernesto la responsabilidad de lanzar desde los 11 metros, lo hizo imitando el estilo que tan buen resultado le está dando a Oyarzábal en la Real Sociedad, pero se topó con una gran mano de Álex Domínguez, quien aguantó bien y tuvo reflejos para desviar el penalti. No quedó ahí la actuación salvadora, ya que poco después sacó un mano a mano ante Arribas tras una mala salida de la UD.
Kirian tampoco acertó desde los 11 metros
Pedían el descanso los amarillos cuando se encontraron con un regalo inesperado. Un balón hacia Rober a la espalda del lateral también acabó en el punto de penalti. José Carlos no vio la anticipación del atacante cedido por el Betis y le derribo en un penalti evidente. Sorprendentemente fue Kirian y no Iemmello quien se adueñó del balón. Y como pasara en la otra portería, tampoco entró el balón. El disparo del tinerfeño fue tan ajustado que lo repelió el poste. La UD también desaprovechaba una ocasión inmejorable para ir ganando al descanso.
Movió ficha Pepe Mel al descanso y retiró del campo a un amonestado Cedrés para dar entrada a Curbelo y a un poco participativo Loiodice para ubicar en su lugar a Fabio González. Seguía sin cambiar nada en el campo, más allá de que la UD ahora no pasaba apuros, y Mel volvió a agitar el banquillo introduciendo a Maikel Mesa y Edu Espiau por Kirian y Pietro Iemmelo. Otro partido intrascendente del italiano y una versión gris del tinerfeño.
Quedaban 20 minutos y el Alcorcón todavía no había movido el banquillo mientras que la UD ya había realizado 4 cambios, lo que daba una muestra de lo que estaba siendo el partido, con el equipo de Anquela mucho más cómodo con lo que sucedía en el terreno de juego.
Como si de un partido de pretemporada se tratase, nada pasó durante esos últimos 20 minutos, en los que si alguien pareció buscar la portería rival fue el Alcorcón de Anquela. No pasará este partido a la historia del fútbol.