La llegada de Jonathan Viera coincide con la eclosión de Alberto Moleiro, como pasara en 2019 con otro tinerfeño, Pedri.
«Dejad que los juveniles vengan a mí». Como si fuera una frase del evangelio, Jonathan Viera vuelve a la Unión Deportiva Las Palmas en el momento justo que empieza a llamar la atención otro juvenil tinerfeño que empieza a destacar en la categoría de plata del fútbol español.
En el 2019 llegó en forma de cesión para empezar a crear obras de arte sobre el terreno de juego con Pedri, que ahora brilla con luz propia en el Barcelona y con España. La conexión entre jugones siempre existe y ambos congeniaron mágicamente en el terreno de juego. Las Palmas disfrutaba con dos de los cracks de la categoría.
Pero el de La Feria se fue para volver. Este lunes inicia su cuarta etapa de amarillo y se encuentra con otra perla a la cual pulir y con la que conectar sobre el terreno de juego. Alberto Moleiro y Jonathan Viera podrían emular esas conexiones que ya hicieron el ’21’ y un tinerfeño.
Hace once años que el ex jugador del Beijing Guoan estaba en el lugar de ambos. Un jugón que venía de la cantera y que tenía que hacerse un nombre propio en el fútbol profesional. Viera conectaba con su amigo Vitolo en la primera etapa, después con Pedri y ahora toca con Alberto Moleiro.
