La Unión Deportiva solo ha encajado un gol ante dos de los favoritos para ascender. Los cinco defensas utilizados en Girona, para evitar salir goleados.
«El punto conseguido en Girona hay que valorarlo positivamente y más tras la mala experiencia del año pasado». Estas palabras son de Pepe Mel tras el empate cosechado en Montilivi, donde Las Palmas estuvo ausente ofensivamente pero fue capaz de puntuar en un recinto siempre difícil.
Esta es una de las ‘obsesiones’ del actual cuerpo técnico. La pasada temporada, como bien hacía referencia el entrenador madrileño, la Unión Deportiva sufrió derrotas dolorosas como en Cartagena, Castellón o en Barcelona contra el Espanyol, algo que se quiere evitar esta temporada.
Para ello, la casa no se puede montar por el tejado. Primero, los cimientos. Y en eso se ha trabajado durante toda la pretemporada. El sistema de tres centrales, que Pepe Mel hizo énfasis en que no lo pudo utilizar la temporada pasada por falta de mimbres, colma los deseos del entrenador de ser un equipo fuerte atrás.
«El Girona ha estado atascado», concluyó el preparador amarillo tras el partido. A partir de ahí, y haciendo referencia al síndrome de la manta corta, empieza a mostrarse carencias ofensivas. El objetivo a corto plazo de Pepe Mel será buscar el equilibrio perfecto, para que Peñaranda, Sadiku o Jesé, no sean como una isla en medio del océano, como lo fueron en Montilivi.
Entre los líderes de la defensa, cabe destacar la buena adaptación de dos incorporaciones como Raúl Navas e Erick Ferigra, que se han hecho indiscutibles en el centro de la zaga grancanaria. Eric Curbelo, con la ventaja de su polivalencia, se postula como tercer central de la plantilla mientras que Álex Suárez sería el cuarto, algo impensable tras ser el jugador con más minutos de la pasada temporada.
